No conozco personalmente a Martha Érika Alonso de Moreno Valle, tampoco he hablado nunca con ella, solamente sé que es la esposa del gobernador y que, como tal, es la presidenta del DIF estatal y que, dentro de sus actividades políticas – a las que tiene derecho legal- es consejera nacional del PAN.

Durante la designación del PAN de sus candidatos a diputados federales, se lanzaron chismes – propios de la época- acerca de que contendería por algún distrito, pero eso no ocurrió.Tampoco hay garantía alguna de que, como dicen los detractores de ella y del gobernador, vaya a buscar algún cargo de elección popular en el futuro cercano.

Sin embargo, varios medios nacionales y locales, como E-Consulta, Central, Intolerancia, además de las redes sociales, le dieron vuelo a un video en el que se ve cómo un grupo de supuestos neoyorquinos recriminan a Alonso de Moreno Valle por el caso Chalchihuapan y no permiten que se lleve a cabo una carrera a favor del programa de becas para niños indígenas del SEDIF.

Festín de los espacios y medios antimorenovallistas

Se convirtió en todo un festín político en redes sociales y medios antimorenovallistas el video donde se ve cómo Martha Érika Alonso es perseguida por no más de una decena de gritones que, al principio, su proclama era Ayotzinapa, pero luego la cambiaron por Chalchihuapan al reconocer a la esposa del gobernador de Puebla. Hasta aquí todo normal.

Lo que resulta francamente estúpido, intolerante y cobarde es que una mujer sea agredida por una mini turba, por el único motivo de que su esposa sea un político, porque a Martha Érika Alonso nadie le reclamó el que poseyera propiedades lujosas, como la Casa Blanca, de Angélica Rivera o el hecho de que se gastara miles de dólares con un shopping en Los Angeles, como sí hizo la Primera Dama de México.

No. A Martha Érika se le impidió llevar a cabo un evento del SEDIF, simplemente porque – en un acto de cobardía política- fue agredida por algunos detractores de Moreno Valle, quienes no tuvieron el valor de atacar al gobernador de Puebla, sino que decidieron atacar a su esposa.


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La esposa del mandatario estatal NO promulgó la llamada “Ley Bala”, tampoco la propuso y mucho menos coordinó u ordenó el operativo policíaco que, luego de un enfrentamiento, derivó en la muerte del menor José Luis Tehuatlie Tamayo.

La sin razón de la razón

Y varios medios festinan el hecho de que una mujer sea, literalmente, atacada y perseguida por una turba de rufianes que, montada en el anonimato y en la cantidad, bloquean un evento que iba a dar recursos para que el DIF estatal apoyara a niños indígenas de Puebla.

Supongo que, para algunos periodistas y medios –algunos de los cuales llevan décadas como favoritos del sistema político de Puebla y así se mantendrán – es un acto de “valentía” y “rebeldía social” impedir una carrera del SEDIF y gritarle improperios a la esposa de un gobernador.

Nunca vi que Margarita García de Marín sufriera ataques o cuestionamientos porque su marido, el “góber precioso”, Mario Marín, ordenara violar a la periodista Lydia Cacho. Tampoco supe que Margarita Zavala fuera rechazada o increpada por las decenas de miles de muertos que dejó la inútil “Guerra vs el Narco” que hizo su marido, Felipe Calderón.

Entiendo que Felipe Calderón, Mario Marín, Rafael Moreno Valle, Enrique Peña Nieto, etc., sean increpados por sus acciones o decisiones en el ejercicio del poder, esto es normal y hasta sano, para que los gobernantes constaten que su actuar – bueno o malo – les traerá consecuencias a ellos también.

Pero el que esposas de personajes públicos sean perseguidas por rufianes y, además, el hecho de que algunos espacios de comunicación lo festinen, me parece preocupante…y hasta peligroso.

 

POB/LFJ