RANAUn equipo de investigadores hallaron siete nuevas especies de ranas en Brasil del género Brachycephalus (Anura: Brachycephalidae), todas de menos de 1 centímetro de largo y de piel colorida y venenosa con la que evitan convertirse en pequeñas comidas.

Las ranas miniatura fueron descubiertas en siete montañas diferentes de la Selva Atlántica, que se extiende en los estados de Paraná y Santa Catarina, en el sur de Brasil, y su hallazgo que eleva a 28 el número de especies conocidas en esa región hasta ahora.

Científicos brasileños que condujeron un amplio estudio de campo durante cinco años afirman que estas especies son altamente endémicas de los bosques nubosos de las montañas del sur brasileño, las cuales no son altas pero concentran un clima húmedo único.

Estas montañas, de entre mil y mil 500 metros de altura, están separadas entre sí por valles más cálidos que aíslan los picos de estos montes como si fueran islas y ello constituye una barrera que mantiene separadas a las ranas en cada cima.

En un artículo publicado en la revista científica PeerJ, los investigadores describen las siete nuevas especies de Brachycephalus, enfatizando que éstas se distinguen entre sí por la coloración y rugosidad de su piel.

Explican que los anuros del género Brachycephalus son conocidos por su diminuto tamaño y presentan varios patrones de coloración que se asocian a la presencia de tetrodotoxina y otras neurotoxinas.


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Típicamente tienen tres dedos en las patas traseras y dos dedos en las delanteras, en vez de los cinco y cuatro, respectivamente, que se encuentran en la mayoría de las ranas.

Sin embargo, las diferencias más obvias entre las especies de Brachycephalus, incluidas las siete nuevas, radican en su piel, que puede ser más o menos áspera, mientras que sus espectaculares colores vivos reflejan el nivel de toxinas mortales que contienen.

Los científicos del Departamento de Zoología de la Universidad Federal de Paraná y del Museo de Historia Natural Capao da Imbuia, recolectaron especímenes adultos y midieron todas las dimensiones de su cuerpo con un ocular micrométrico y un microscopio estereoscópico.

Posteriormente los compararon con ranas del mismo género de las colecciones del Departamento de Zoología de la Universidad Estadual Paulista, del Museo Nacional en Río de Janeiro, Museo de Zoología de la Universidad de Sao Paulo y del Museo de Historia Natural.

Los especialistas realizaron a continuación pruebas genéticas para describir las nuevas especies de Brachycephalus, a las cuales identificaron como Mariaeterezae, Olivaceus, Auroguttatus, Verrucosus, Fuscolineatus, Leopardus y Boticario.

 La presencia de estas nuevas ranas en pequeños rangos geográficos nos sugiere que esta área en particular ha sido bastante estable en los últimos 500 mil años, en términos del clima”, afirma el investigador Marcio Pie, profesor de la Universidad Federal de Paraná.

Si se hubiera elevado la temperatura a más cálido, probablemente el ambiente que caracteriza a los bosques nubosos habría desaparecido y habría llevado a estas especies a la extinción”, añade.

Los esfuerzos para catalogar la diversidad de las ranas continuará y los especialistas ya planean más expediciones a la Selva Atlántica, aunque el equipo ya llegó a otras cuatro especies nuevas pero aún trabajan en los detalles antes de darlas a conocer.

 

POB/IIAL