La noche del 1 de noviembre y madrugada del 2, los pobladores de Acatlán de Osorio, Puebla, aguardan en el panteón municipal.
Entre las tumbas, adornadas con flor de cempasúchil y veladoras, amenizan con música y copal; están a la esperan de que las almas de sus seres queridos retornen al mundo terrenal.
En esta región de la mixteca del estado de Puebla, el Día de Muertos es una tradición que viven todos: niños, jóvenes, adultos y ancianos. Para celebrar la llegada, los familiares acostumbran a llevar la comida favorita de los que ya no están.
POB/JCSD/LFJ