Los bancos centrales más importantes: el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal estadounidense (Fed) en sus últimas dos reuniones han dado los fundamentos necesarios para algo que ya mostraban claramente las gráficas desde hace varios meses: el euro iba a volver a caerse contra el dólar estadounidense.
En efecto, el euro intentó sin éxito armar una recuperación desde los niveles mínimos de 1.0455 de marzo de este año. En el mismo black monday de agosto pasado el euro alcanzó su máximo valor en 1.1711 y desde allí ha cedido fuertes posiciones para cotizar en los mínimos de 3 meses de cotizaciones.
Las expectativas de una política laxa de tasas por el BCE y de una más dura de la Fed hacia adelante hacen suponer que el diferencial de tasas de interés se ampliará en favor de los tenedores de la divisa estadounidense contra la europea.
El dólar index que tiene en su composición 57% euro, por eso tiene el comportamiento inverso, dio fin a su consolidación de varios meses en niveles de 92.52 y desde allí ha recuperado su tendencia alcista que se espera llevará a la zona de entre 103 a 105 dólares por encima de los máximos de 100.38 que había registrado en la primer parte del año.
Esta tendencia de dólar firme y euro débil persistirá este año y parte de la primera mitad de 2016, en donde el ciclo del súper dólar llegará a su fin para terminar la parte positiva de su ciclo comenzada en 2008 y dar paso a la parte negativa del ciclo que esperamos ocurra entre 2016 al 2023-2024.
En cuanto a la cotización del euro, la misma se dirigirá a la paridad contra el dólar en los próximos tres a cinco meses y no se descarta ver valores debajo de la par; recordemos que no vemos niveles debajo de la paridad en este relación desde hace 13 años y bien podemos ir a 0.95-1 dólar por euro entre marzo y mayo de este año.
Lo que es importante destacar aquí es que la relación euro-dólar nos ha mostrado ser una relación directa con la bolsa de valores estadounidense. La subida bursátil desde 2009 ha sido con un dólar firme y un euro débil, tendencia que se ha acentuado en el último año y medio.
De hecho, de aquí a marzo y mayo de 2016, el dólar tendrá su última bonanza al igual que la bolsa, para finalmente colapsar juntos en la segunda parte de 2016: fecha indicada para la resurrección del euro.
Hay que prepararse, como siempre sucede, para todo tipo de artículos apocalípticos respecto de la suerte del euro en los próximos meses y no extrañaría ver pronósticos de 0.80 en diversos medios de prensa y de analistas.
El piso del euro y su recuperación en la segunda parte de 2016 no vendrá motivado por una reacción positiva de la economía europea, sino más bien por la tormenta financiera que esperamos en la segunda mitad para Estados Unidos, en donde tanto europeos como asiáticos desinvertirán produciendo dicha salida una caída generalizada en las bolsas, debilidad en el dólar y subidas en la relación euro-dólar debido a la repatriación de fondos.
Pero primero lo primero, debemos estar preparados para que lo que estamos observando hoy: bolsa firme americana, súper dólar y euro débil que se acentuarán en lo que resta de 2015 produciendo su euforia entre marzo y mayo de 2016, para allí producirse un dramático cambio de humor en los inversores como ocurriera en 2008.
POB/BDH