Un investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), desarrolló un cicatrizante con la corteza del árbol Tepezcohuite, que regenera las células dañadas por lesión o quemadura.
Cuando se aplica sobre la herida, el oxido de titanio actúa sobre el lugar específico de la lesión y permite mayor efectividad en el proceso de sanación, explicó José Albino Moreno Rodríguez.
La solución fue aplicada en pruebas animales y en 10 días sus heridas habían sanado totalmente sin dejar cicatriz.
Obtener los extractos naturales de cualquier planta y encapsularlos en matrices inorgánicas permiten la optimización de los materiales, dijo el investigador.
POB/BDH