El 29 de enero de 1886, Karl Benz inscribió en la Oficina Alemana de Patentes Imperial de Berlín la primera patente de un vehículo a gasolina, pero nadie lo quiso comprar.

El documento número 37435 es “testimonio del espíritu innovador, poder creativo y visión empresarial de Karl Benz”, según el Programa de Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Un año antes, Karl Benz diseñó el primer auto llamado “Motorwagen”, para el cual instaló un motor monocilíndrico de cuatro tiempos de forma horizontal en un chasis especialmente diseñado.

La velocidad máxima de este vehículo era de 16 kilómetros por hora, siendo el primer auto de tres ruedas totalmente autónomo impulsado por un motor de combustión interna.

El automóvil tenía un asiento para dos, o eventualmente tres pasajeros, ubicado en posición elevada, a modo de lujo.

La creatividad de Benz lo hizo optar por un diseño de solo tres ruedas. Para la rueda delantera empleó un sistema de dirección diferente al que utilizaban los carruajes de caballos, lo que permitió tener un logrado radio de giro. El volante tenía un formato similar al manubrio de una bicicleta.


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Fue hasta el 3 de julio de 1886 cuando hizo la primera aparición pública en la ciudad de Mannheim, para más tarde demostrar que era idóneo en el viaje de larga distancia desde aquella ciudad hasta Pforheim (88 kilómetros).

Bertha, la esposa de Kal Benz, realizó el primer recorrido, pues ella tenía tal confianza en el invento de su marido que lo hizo acompañada de sus dos hijos: Eugen (14 años) y Richard (15 años), con el objetivo de demostrar que el vehículo era apto para usarse diariamente.

 

POB/BDH