Dos acontecimientos abrumaron desde una visión mediática a los mexicanos: la visita de Francisco, Papa del mundo católico y el motín de Topo Chico. Los dos sucesos son una muestra del ejercicio del poder en la sociedad actual. Ejemplo de la descomposición.
Son manifestaciones diferentes. La primera un esfuerzo extraordinario por el rescate de un gran buque que lentamente se hunde; que ha ido perdiendo adeptos y que en algunas décadas puede irse a pique. Francisco ha llegado a un México que se ha emocionado menos que con la visita de Juan Pablo II; que ha concurrido en menor cantidad a ofrecerle la bienvenida y a brindarle el calor de un pueblo que sigue creyendo en un Papa que es la cabeza del mundo católico.
Los escándalos de corrupción, lavado de dinero, pero sobre todo de pederastia sacerdotal no castigada y largamente consentida a pesar de conocerse su ejercicio, han minado la fe y repercutido sobre el poderoso Estado Vaticano.
De ahí la actualización del discurso del Papa: arremeter contra los privilegios, porque ellos conducen a la corrupción, el narcotráfico y la violencia y; criticar a la riqueza, la vanidad y el orgullo porque son “tentaciones que degradan a la gente”.
En el caso de Topo Chico, es poco creíble que, de acuerdo a la versión de El Bronco, todo fue obra y gracia de El Z-27 y del Credo. La falta de actitud y de oficio para gobernar un estado lo hizo decir que no intervino, ni dio órdenes de que sus subalternos lo hicieran porque “no los quiso poner en riesgo y enviarlos al peligro…”.
Es cierto, la peligrosidad de los delincuentes, la sobre población, la corrupción, drogas, armas y falta de custodios, pero no previno ni actuó en el momento.
El Caso del penal de Topo Chico es el resultado de un ajuste de cuentas en el cual es difícil señalar a quienes participaron, pero sin duda se trata de la intervención de los poderes que El Bronco ha afectado y han cobrado la afrenta: Y lo seguirán haciendo.
Sobre todo cuando el gobernador (con minúscula) no ha entendido que no se puede ser candidato toda la vida y menos auto proclamarse como “independiente”.
Se le ha olvidado que es el gobernador de Nuevo León y sigue con la pantomima de recorrer los estados de la República en los que se llevarán a cabo elecciones, dando clase y cátedra de “candidato independiente” y buscando ser el presidente del País en el 2018.
Los dos casos,si, los dos, son expresiones mayúsculas del ejercicio del poder. Diferentes, pero así es la lucha por la sobrevivencia política.
Poblanetas
El poder se inventó para ejercerse, no para compartirse. Dicen.
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