La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), ha demandado a los 41 exfuncionarios que se encuentran implicados en el escándalo de corrupción revelado en 2015, para que le regresen “decenas de millones de dólares”.
El organismo ha presentado un recurso ante la fiscalía general de Estados Unidos y la oficina encargada de vigilar a las personas en libertad condicional del Distrito Este de Nueva York, reclamando millones de dólares que fueron sacados del futbol para su propio beneficio y para votar en favor de la candidatura de Sudáfrica para su elección como sede del Mundial de 2010.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, explicó que el dinero obtenido por los funcionarios pertenece al futbol global y estaba destinado al desarrollo y promoción del juego, por lo que buscan recuperar el dinero, señalando que están decididos a recuperarlo en el menor tiempo posible.
“Todas las personas acusadas abusaron de las posiciones de confianza que mantenían en la FIFA y en otras organizaciones de fútbol y causaron un daño muy grave y duradero a la FIFA, sus asociaciones miembros y la comunidad del futbol”, señaló Infantino.
El organismo del futbol mundial, mencionó que no solo busca la restitución del dinero, también busca los salarios, beneficios y los bonos que les fueron pagados a los funcionarios durante el tiempo que ocuparon sus cargos, exigiendo, a su vez, una compensación por el daño a la imagen y reputación de la FIFA que causaron sus acciones.
Infantino explicó “Estos dólares estaban destinados a construir campos, no mansiones ni piscinas; uniformes de futbol, no joyas ni autos; y para apoyar a futbolistas jóvenes y la preparación de entrenadores, no para subrayar una vida de lujo para los ejecutivos”
Entre los documentos presentados por FIFA, explican el pago de 10 millones de dólares en sobornos para Jack Warner, expresidente de la Concacaf y Chuck Blazer, exsecretario general de Concacaf, a cambio de votos para la elección de Sudáfrica como sede del mundial 2010.
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