Año 2016: ¿Las relaciones sexuales afectan la digestión? ¿Tomar una copa es un buen afrodisíaco? ¿Cuál es el tamaño del clítoris?

El principal objetivo de la educación sexual es generar respuestas a este tipo de preguntas. Los libros sobre sexualidad del siglo XIX apuntan a una ciencia llena de prejuicios. James Asthon, en su obra de 1861, El Libro de la Naturaleza, sostiene lo siguiente:

  • Para tener una relación sexual hay que esperar por lo menos 2 horas después de cada comida. Al respecto, Froilán Sánchez Sánchez, médico y coordinador nacional del grupo de sexología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), comenta:

“Siempre y cuando no se trate de una gran comilona, que de por sí implica otros riesgos, nada hace suponer que la actividad sexual después de una comida, incluso abundante, pueda provocar indigestión o problemas estomacales”. 

  • Bebidas como la cerveza y el vino estimulan los órganos sexuales. Sánchez señala que esto es falso y que hay estudios en los que se demuestra que pequeñas dosis de alcohol dificultan el orgasmo en la mujer. Añade:

“En los hombres, 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, producen la supresión de la erección”.

  • El clítoris es del tamaño de un chícharo. Gracias a la investigación de la uróloga australiana Helen O’Connell, hoy se sabe que el clítoris es una estructura que mide entre 8 y 12 centímetros. La parte externa del clítoris es el glande clitoriano y representa solo la cuarta parte del órgano del placer femenino.

Con todo el nuevo conocimiento, a México le falta mucho por hacer en materia de educación sexual. Ya en 1934, el entonces Secretario de Educación Pública, Narciso Bassols, propuso un plan integral de formación sexual. 82 años después ese plan no es una realidad. Los mitos, con dos siglos de antigüedad, todavía encuentran ecos en la sociedad.

POB/PSPL


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