Los juguetes eróticos son pilares de las nuevas formas de disfrutar la sexualidad. Con mecanismos innovadores y los celulares, las oportunidades para los juguetes eróticos y sus usuarios son interminables. Estos son tres artefactos para quienes se divierten con su cuerpo, solos o en pareja:
Eva, el vibrador automático
El juguete sexual más popular es el vibrador de clítoris. Esto se debe a que la mujer presenta dificultades para llegar al orgasmo sin que antes su órgano del placer haya sido estimulado.
Los vibradores de clítoris, utilizados antes del encuentro sexual para sensibilizar el área, presentan el problema de necesitar un operador manual.
Alexandra Fine y Janet Lieberman, fundadoras de Dame Products, pensaron en los inconvenientes de los vibradores de clítoris. Por eso crearon Eva, un vibrador automático con dos brazos que puede sujetarse a los labios mayores de la vagina.
Esto hace que la mujer disfrute de la sensación de manera simultánea al coito. En el caso de parejas heterosexuales, Eva también estimula los genitales masculinos.
Little Bird, el vibrador que se sincroniza con libros eróticos
En Francia, la empresa B.Sensory lanzó al mercado una aplicación que se sincroniza con un vibrador de clítoris. En la aplicación, el usuario encuentra una biblioteca rica en literatura erótica.
La idea es que, cada vez que la lectora encuentra un pasaje excitante en su dispositivo, esta puede dar un golpecito en la pantalla para que el vibrador se active y comience a funcionar.
Semenette, dildo que embaraza
Stephanie Berman creó en Boston un dildo con un tubo de propulsión manual. Este tubo puede llenarse con diferentes líquidos, entre ellos, semen.
En una relación sexual, una pareja lésbica podría utilizar el dispositivo para lograr la procreación. Médicos alrededor del mundo, por otro lado, han advertido que usar el Semenette tiene muchos más riesgos que los métodos de inseminación artificial.
POB/LFJ