El personaje que da nombre a esta reflexión ha tenido una larga carrera en el Partido Revolucionario Institucional. Gracias a su militancia, él y su familia han destacado en el ámbito social y económico de Puebla; obvio que también en el político. Melquiades es un político formado en la vieja escuela del priismo conoce los códigos y los respeta; a diferencia de los priistas actuales, él si se sabe ligar, relacionar e interactuar con el ciudadano de a pie.

Se sabe priista y por eso ha realizado una reunión con medio millar de sus seguidores, para manifestarle el apoyo público a Blanca Alcalá.

Pero no más.

No garantiza ningún voto.

Ni compromete el apoyo de su familia que durante toda su carrera han construido su peregrinar y beneficio bajo su sombra.

Sobre todo porque los priistas actuales lo consideraban un priista de deshecho listo para arrumbarlo, como hicieron con varios de su generación: Marco Antonio Rojas, Guillermo Pacheco Pulido, Miguel Quirós Pérez, entre otros que vivieron sus mejores épocas entre los ochenta y noventa del siglo pasado.


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Pero Melquiades ha demostrado que sigue vivo y coleando. Y quienes lo despreciaron ahora lo necesitan. Entre ellos Blanca Alcalá y su equipo.

Y el ex gobernador ha cumplido con el protocolo partidista en lo que considera obligación, compromiso y respeto a los usos y costumbres. Ha manifestado su apoyo público a la candidata de su partido.

Pero no ha garantizado un solo voto. Ni el de él. Menos aún el de su familia.

Es, también, un hombre de lealtades. por eso está comprometido con Rafael Moreno Valle.

Porque después de ser defensor de oficio en 1968, fue impulsado por el doctor Rafael Moreno Valle para ser su secretario auxiliar y de ahí proyectarlo como diputado suplente y después como diputado titular del Congreso local y a partir de ahí iniciar una carrera que lo llevó a ser gobernador de Puebla.

Porque después de ser menospreciado por su partido y los priistas, fue apoyado y rescatado por Rafael Moreno Valle, y siguió ejerciendo lo que es la pasión de su vida: la política.

Y ahora, en el proceso del 2016 pretenden usarlo, una vez más, para que lleve votos a la causa de Blanca Alcalá.

No le torcieron la mano. Pero ha cumplido con el protocolo.

@luisenriquesf

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