22 de junio de 1986, Estadio Azteca. México era sede de uno de los eventos deportivos más importantes, la Copa Mundial de Futbol, aquel día se disputaron los cuartos de final de la competencia, en el escenario de Santa Úrsula Coapa en la Ciudad de México, Argentina se enfrentó a Inglaterra.
El partido pasó a la historia, impulsado por la actuación de un joven de 25 años de edad nacido en el humilde barrio de Villa Fiorito en Buenos Aires, Argentina: Diego Armando Maradona, quien en cuatro minutos se convirtió en leyenda por las dos anotaciones que consiguió.
En el segundo tiempo del encuentro, al minuto 51, de la mano de Maradona, literalmente, los argentinos se fueron al frente en el marcador. Steve Hodge, defensa inglés, rechazó el balón cerca de su área, la esférica salió elevada, Maradona y el arquero Peter Shilton fueron a disputarla por aire, Diego levantó su puño izquierdo en busca de la pelota y anotó.
La acción fue vista por los aficionados en el Azteca, las cámaras de televisión y anunciadores dieron cuenta del acto prohibido de Maradona. Todos fueron testigos menos el más importante Ali Bennaceur, árbitro tunecino que no vio la mano y dio como correcto el gol.
Después del partido, Diego fue cuestionado si había cometido o no la mano, a lo que con seguridad respondió “Yo no la toque, fue la mano de Dios”, dando apodo a una de las jugadas más emblemáticas de la historia del deporte.
La mano y la guerra de las Malvinas
Aquel encuentro entre las selecciones de Argentina e Inglaterra estuvo bajo la sombra de un conflicto político, la Guerra de las Malvinas, que comenzó en abril de 1982, y culminó en junio de ese mismo año.
Los argentinos buscaban recuperar la soberanía de las islas, consideradas por las Naciones Unidas como terrenos en litigio entre Argentina e Inglaterra; este último se encargaba de la administración y explotación de la zona.
Como resultado del conflicto bélico, cerca de 649 militares argentinos perdieron la vida y como consecuencia llegó el fin de la Junta Militar del llamado Proceso de Reorganización Nacional. La victoria ayudó a que el gobierno de Margaret Thatcher fuera reelegido en 1983.
Los argentinos encontraron en el futbol el escenario perfecto para "vengar" las heridas provocadas por la guerra. Jorge Valdano, escritor y jugador de aquella selección argentina, dijo que la mano fue uno de los “símbolos del eufemismo” que utilizamos para defender acciones fuera de la ética, ya que el gol anotado por una falta clara era un “castigo” que Inglaterra merecía.
“El gol nos ponía ante una contradicción ética porque por un lado transgredía la regla, pero por otro nos ponía ante un concepto moral: la justicia. Las heridas de la guerra de las Malvinas estaban todavía demasiado frescas y el del futbol era el territorio perfecto para compensar aquella humillación patria”, explica Jorge Valdano en su libro “Los 11 poderes del líder”
Cuatro minutos después, el gol del Siglo
Regresando al encuentro, el Coloso de Santa Úrsula estaba por vivir una de las acciones futbolísticas más espectaculares de la historia, al minuto 55, Diego Maradona tomó el balón unos metros atrás de la línea de medio campo, con la esférica a ras de pasto libró la marca de Peter Beardsley y Peter Reid, entrando a campo rival…
… “A partir de ahí, el rechoncho albiceleste levita, flota, cintila y los ingleses persiguen un fantasma mientras Diego acelera la marcha y va trazando un slalom gigante sobre césped, librando pinos blanquiazules mediante el artilugio de hacer que la pelota desaparezca cada vez que intentaron cerrarle el paso Kenny Sansom, Terry Butcher, otra vez Reid, Terry Fenwick, Peter Shilton y de nuevo Butcher… Lo demás es leyenda”, narra Horacio Reiba en su libro baile de Marcadores Mundialistas.
La gran anotación de Maradona fue elegida en 2002 como el mejor gol de los Mundiales, y se consideró también como el gol del siglo, en cuatro minutos, Diego “El Pelusa”, dejó su huella en el futbol mundial.
Posteriormente, la cancha que vio en 1979 a Pelé consolidarse como uno de los mejores futbolistas de la historia, vio a Maradona guiar a toda una selección a un campeonato del mundo.
Si bien tenía grandes figuras como Jorge Valdano, José Luis Brown o Jorge Luis Burruchaga, el talento del nacido en Villa Fiorito llevó a la albiceleste a conseguir su segunda Copa Mundial.
POB/LFJ