No es #LadyReportera es Lydia Cumming

En Poblanerías en línea, tenemos la política de no subir videos o fotografías virales. La razón es simple, pueden ser producto de una manipulación y carecen de todo rigor periodístico. El montaje al que estamos expuestos hoy en día, es excesivo.

Recuerdo que en nuestras filas, tuvimos a un editor que subió un video viral, que él mismo estaba consiente de ser un montaje, lo tomó de un portal que sabemos es poco serio y no le importó publicarlo en estas páginas. Se le demandó bajarlo inmediatamente.

Y así muchos casos, el teléfono descompuesto, la oportunidad de hacer daño y la falta de pruebas, hacen que cada día la gente crea menos en este gremio.

Para la situación que ahora envuelve a Lydia Cumming. Le he dado vueltas. No estoy de acuerdo. ES DECEPCIONANTE el linchamiento mediático y su despido de TV Azteca. Solo la gente tonta e inculta se indigna. Qué bueno que por lo menos, estos tenían tabletas y celulares y no piedras, palos y gasolina. Porque diferencias entre ambos comportamientos, no hay.

No sé si el hecho de que trabajaba para esa televisora hizo que el rollo se hiciera de ese tamaño, es decir ¿hubiera pasado igual si se tratara de un reportero de Animal Político, CNN, Sin Embargo o La Jornada?

Ahora ¿Quién estaba ahí? ¿Cómo saben qué contexto tiene la toma de la fotografía?

¿Cómo saben que no fue la gente la que le insistió, ella no quería, pero cedió y de todos modos al final, se regresó por sus botas y trabajó normal?

De reporteros y cosas peores…

Han habido “periodistas” video grabados extorsionando a políticos y los que ahora gritan, en ese entonces callaron. Hay muchos “periodistas” poblanos que no salen del Centro Histórico y se la pasan en ruedas de prensa desayunado y recibiendo dádivas y a esos… ¿quién los critica?

Ojalá esos reporteros que fueron tan incisivos en esta ocasión, recuerden esa “ética” por ahí del 30 de noviembre al 20 de diciembre de este año. Cuando los inviten a esas fiestas navideñas de gobiernos, ayuntamientos, partidos políticos, cámaras empresariales y algunas universidades.

Esas fiestas donde hay rifas de viajes, televisores, computadoras, tabletas, licores. Esas fiestas donde reclaman que “ahora lo hacen más difícil” porque el premio se encuentra dentro de un piñata y se tienen que abalanzar al piso y arrebatárselo de las manos, entre ellos mismos.

Que recuerden esa ética cuando estén reenviado cadenas, compartiendo notas falsas con la leyenda “no sé si sea cierto, pero por si las dudas…” o cuando estén “chacaleando” (esa práctica de pasar notas y fotos tipo “copy paste”).

Los periodistas activistas o los activistas periodistas

¿Por qué cuando a un reportero que no ha cumplido con su trabajo y lo corren, todos se vuelcan por que supuestamente no se le dio la debida liquidación o que fue corrido injustamente? ¿Por qué nadie ha cuestionado que la solución de TV Azteca fue correr a alguien para no “dañar” la credibilidad de una empresa que de por sí, por sistema, la tiene dañada?

Ya han callado otras veces. No han habido posicionamientos o cuando menos, deslindes.

Por qué no se ha cuestionado ahora, que corrieron a alguien que creyó en ellos para su educación y formación profesional, salió de AS MEDIA, era de casa, de la cantera.

Seguramente su ex jefe, Juan Carlos Valerio, sí le entró a las inundaciones, contingencias, desgracias, investigaciones profundas y nunca de los nuncas, cometió un error.

Y Lydia regresó

Parte de esta columna la escribí en mi muro de Facebook. Hay quienes exigieron en los comentarios que ella debía haber dado explicaciones, que se le cuestionó y que ella calló. Ella no tenía que rendir cuentas a esa gente que la atacó, sin embargo, ya que se les bajó a todo mundo sus 5 minutos de coraje, Lydia decidió publicar este video en Twitter y ahora ha ganado seguidores en un 900% al menos. Bien por ella. Qué bueno que le dio esa explicación a todos, porque ahora no tienen nada qué reclamar y ya se callaron.

 

Y recuerde lector, la responsabilidad es compartida. Usted es el que decide qué cree y cómo. Usted es que cree ciegamente o el que cuestiona.

POB/LFJ