Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, destacó la decisión tomada por el Tribunal Supremo de echar atrás una ley sobre el aborto implementada en Texas, con la que se exigían ciertos requisitos a las clínicas abortivas, que redujo gravemente el acceso a esta práctica.

El presidente explicó que las restricciones planteadas por Texas atentaban contra la salud de las mujeres, además de causar un obstáculo a la libertad reproductiva de la mujer, por lo que Obama se dijo complacido de que el Tribunal protegiera los derechos de la mujer y su salud.

“Permanecemos firmemente comprometidos con la protección de la salud de la mujer, incluyendo la protección del acceso de la mujer a una atención médica segura, asequible y su derecho a determinar su propio futuro”, señaló Obama.

Los jueces del Tribunal Supremo consideraron como inconstitucional una ley promulgada en 2013 en Texas, la cual ha provocado el cierre de 22 clínicas de las 41 abiertas antes de la entrada en vigor de la legislación, por lo que el alto tribunal decidió reforzar el derecho de las mujeres a poner fin a un embarazo, procedimiento vigente en Estados Unidos desde 1973.

En el Tribunal la decisión fue bien recibida por el lado demócrata, mientras los republicanos no se expresaron de igual forma, como el caso de Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes y senador republicano, quien dijo estar “decepcionado” por lo determinado y que continuarán luchando para promover la vida.

Marco Rubio, senador republicano por el estado de Florida, también tuvo una reacción contra la medida y comentó:

“Estoy muy decepcionado de que el Tribunal Supremo haya anulado lo que creo es una respuesta apropiada para asegurarse de que las mujeres y los niños no nacidos no sean sometidos a atrocidades”, señaló Rubio.

POB/JS