Derivado de las presuntas irregularidades en que incurrió la alianza Sigamos Adelante, el PRI presentó sus recursos de impugnación al proceso electoral en la elección a gobernador.

El PRI acusó que Antonio Gali, candidato ganador, violó la Ley Electoral por rebasar los topes de campaña en un 19%.

También dijo que hubo una constante intimidación y amenazas durante la campaña a presidentes municipales priistas, con el pretexto de no aprobar sus cuentas públicas si no apoyaban al “candidato oficial”, así como la repartición de tinacos azules, devolución del descuentos en fotomultas y el pago en el servicio de agua potable.

POB/LFJ