Hace un mes, el fin de semana del 6 y 7 de agosto, en Puebla cayó una tormenta que afectó de manera fatal a la región de Xaltepec, comunidad de Huauchinango.
El alud se llevó mucho, casas, vehículos, árboles, pero también esperanzas y ganas por vivir.
El domingo 7, un equipo de Poblanerías en línea, conformado por un servidor y Pablo Spencer, llegamos a Xaltepec. Hablamos con José Luis y Luis Miguel. Hermanos que perdieron padres, sobrinas, hermanas. Su historia me causaba frustración.
Estaban dolidos, mucho. Pero en su familia había quienes tenían peores sentimientos.
El viernes 11 de septiembre, regresamos Pablo, Lizeth Flores y yo a ver cómo estaba la situación. Encontramos muchas quejas, desolación y evidentemente, frustración.
Mientras levantábamos imágenes, se acercaban personas para reclamar que tomábamos fotos, incluso algunos pensaban que éramos de gobierno o incluso topógrafos.
De pronto llegó Jorge Luis, hermano de Luis Miguel y José Luis. Me cuestionó, molesto al inicio, pero luego cambió. Me dijo “yo soy quien perdió a su esposa e hija”. Lidia y Evelin, madre e hija respectivamente. Me quedé pasmado
Qué difícil historia. Qué difícil es estar ante alguien que ha perdido lo más amado y ahora no tiene ganas de nada, lo que hace, es por seguir el juego, por nadar con la corriente, a donde lo lleve.
No sé qué tiempo estuve con él, probablemente poco más de una hora. Me aguanté de mucho, de llorar con él, de compadecerme, de gritar. Hay que recordar “soy el reportero, solo debo llevar el mensaje”.
¿Qué me habrá impactado más? Que vive en una casa con 32 personas, que mira cómo esas personas llegan y alguien (pareja o hijos) les está esperando; que alguien se ocupa de ellos y que de él nadie; que quiere mantener su mente ocupada, pero se siente atormentado; que a sus 22 años siente que ya no volverá a amar ni formará otra familia.
Lo que Jorge Luis hace es pedir desesperadamente ayuda. Solo quienes hay padecido algo similar pueden generar un tipo de empatía. No ha llegado la ayuda que el necesita y otros que perdieron mucho menos ya han recibido mucho más.
POB/JCSD