La Aeronáutica Civil de Bolivia determinó suspender -de manera indefinida- el certificado de operador aéreo a LAMIA, la aerolínea del vuelo siniestrado este lunes en Colombia.
A través de un comunicado, la dirección general emitió una resolución fechada el 29 de noviembre según la cual se suspende el “certificado explorador de servicios aéreos”.
Además, se informó que las cajas negras del avión serán enviadas a Inglaterra para que expertos en aviación investiguen las piezas y den una conclusión sobe lo que le ocurrió al avión que transportaba al equipo de futbol Chapecoense de Brasil.
Los expertos tratarán de resolver por qué el avión de construcción británica se quedó aparentemente sin combustible a 8 millas (12,8 kilómetros) del Aeropuerto José María Cordova de Medellín, Colombia.
Luego de que se divulgara la conversación entre el piloto del avión de LAMIA y la torre de control del Aeropuerto, se cree que hubo una serie de irregularidades que podrían señalarse como las causas por las que el avión cayó, desde fallas eléctricas hasta falta de combustible; entre estas se encuentran:
Que la programación del vuelo era la incorrecta para el avión. La aeronave tiene una autonomía de 2.965 kilómetros y la distancia entre Santa Cruz de la Sierra y Medellín es de 2.970 y consideran que los responsables del vuelo tenían que haber previsto una escala en otro aeropuerto para cargar combustible.
El plan de vuelo debía tener dos alternativas de otros aeropuertos. Si se cierra la posibilidad de llegar al destino, debe estar en condiciones de arribar a cualquiera de sus otras opciones.
La torre de control pregunta si necesita algún servicio de tierra (bomberos, ambulancias). El piloto no quiere reconocer la gravedad de la situación y le contesta que luego le avisará.
9 minutos después de haber solicitado la prioridad, el piloto admite la situación: “Estamos en falla eléctrica total, ayuda, no tememos combustible”.
POB/LFJ