El aguinaldo, un elemento indispensable de la época navideña. Su significado proviene del celta “eguinand” y quiere decir regalo de año nuevo.

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Cuenta la historia que su origen se remonta al reinado de Rómulo, fundador y primer monarca de Roma, quien recibía de sus colaboradores ramas cortadas de un árbol frutal del bosque de Strenua, diosa de la salud y de la suerte, como señal de buen augurio para el inicio del nuevo año.
Esta práctica pronto se convirtió en costumbre y cada primer día del año se repartía el denominado “strenae”, símbolo de los buenos deseos para el Año Nuevo.
Con el tiempo, las ramas del árbol frutal se convirtieron en regalos de mayor valor, como piezas de oro, plata y bronce o en muebles y vestidos finos.
De esta manera, el obsequiar un aguinaldo comenzó a ser una práctica sumamente costosa, pues los ciudadanos lo ofrecían al príncipe y los discípulos a los maestros.
Al paso de los años, se declaró que no era necesario dar aguinaldos tan costosos, y poco a poco, aquellas ramitas de buenos deseos se convirtieron en los intercambios navideños y en las pequeñas bolsas rellenas con dulces y fruta que se obsequian en las posadas.
Los cambios en el aguinaldo
Los aguinaldos tradicionales contienen frutas como caña, jícama y tejocote, también llevan cacahuates y dulces de colación, que son semillas cubiertas de caramelo de diferentes sabores.
Sin embargo, con el paso del tiempo, los aguinaldos comenzaron a cambiar. Las bolsitas de papel se sustituyeron por el plástico decorado con figuras de caricaturas. A su vez, el clásico relleno de los aguinaldos también cambió.
Debido a estos cambios, la tradición del aguinaldo comenzó a extenderse a todo el año y a relacionarse íntimamente con las piñatas, se volvió una costumbre obsequiar un aguinaldo a los invitados en fiestas infantiles.
Por otro lado, es de esta tradición que se desprende el aguinaldo como remuneración donde los trabajadores reciben un pago extra equivalente a quince días de su salario mínimo como requisito legal.
En países de América Latina como México, Honduras, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Panamá se mantiene en práctica esta costumbre.
POB/FOL