Realizar compras, se pueda o no pagar por ellas, esta diagnosticado como un problema similar a los demás trastornos psicológicos. La adicción a las compras, un patrón de compras excesivas que se salen de control: la oniomanía.
Durante la época navideña, las compras aumentan, pues es la ocasión para dar y recibir regalos. Sin embargo, existen personas que tienen un deseo desenfrenado por comprar sin una necesidad real, estas personas sufren las mismas consecuencias que aquellas que sufren de algún otro tipo de adicción.
No existe una edad exacta a la cual se manifieste la adicción, aunque en la mayoría de los pacientes se ha presentado a partir de los 30 años, pues es la edad promedio en que las personas se independizan, explicó Donald W.Black, profesor de psiquiatría.
La señal más evidente, es cuando las personas realizan compras “innecesarias”, como la compra del mismo artículo en repetidas ocasiones o las que parecen “incoherentes”.
Las personas comienzan a sentir ansiedad por comprar y buscan aliviar este síntoma, justificando sus acciones con pretextos “ilógicos” antes los comentarios o críticas de quienes los rodean.
Eugenia Vega, psicoanalista de la fundación APTA, asegura que estas personas buscan tranquilidad, es su mecanismo de ayuda. Conforme el trastorno avanza, el adicto piensa que las compras lo aliviarán, no se dan cuenta que causa más angustia.
Las compras liberan endorfinas, lo que genera adrenalina por unos instantes, se vuelve emocionante. Las consecuencias, sensación de vergüenza, desilusión y culpa, explicó Mark Banschick, psiquiatra y doctor en medicina.
Estudios demuestran que este problema proviene de sentimientos negativos o estados de ánimo indeseados: depresión, enojo, soledad, baja autoestima. Los enfermos lo contrarrestan con compras, comúnmente de zapatos, ropa, joyería, cosméticos y artículos del hogar.
Los efectos secundarios de esta adicción, repercuten en la relación de los enfermos con sus familiares, amigos, trabajo y por supuesto el banco.
Después de un tiempo, las compras exceden el crédito de las personas que sufren el padecimiento y comienza una lucha diferente.
Detectarlo a tiempo, puede prevenir que el problema avance. Estas son algunas de las interrogativas que pueden ayudar a diagnosticar si una persona sufre de oniomanía: ¿Adquiere cosas que quiere, pueda o no puedas pagarlas? ¿Suele recompensarse comprando o hace compras para ponerse feliz?, ¿Cuándo pospone comprar algo que quiere, se siente enojado o frustrad?
POB/FOL