Las personas que utilizan cotonetes, pasadores para el cabello, palillos de dientes, llaves, entre otros objetos pequeños para limpiar sus oídos, deberían dejar de hacerlo.

Todos estos pequeños objetos perjudican a los oídos, perforan los tímpanos y dislocan los huesos auditivos, provocando diferentes síntomas como mareos, zumbidos, lesiones y hasta sordera. 

Los oídos están diseñados para producir cera y mantenerse saludables, la cera permite que estos permanezcan lubricados, protegidos y limpios, contrario a lo que las personas piensan.

Por naturaleza, los movimientos del rostro provocan que la cera vieja se mueva y vaya saliendo a la parte externa del oído. Al llegar afuera, un baño es suficiente para quitar la suciedad sin necesidad de introducir ningún objeto en el cuerpo.

Un artículo publicado por CNN, expone diferentes recomendaciones de los doctores sobre lo que las personas deberían o no para mantener la higiene adecuada en sus oídos según instituciones como la “Academia Estadounidense de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello” y el “Instituto Nacional sobre Sordera y Otros Desórdenes Comunicativos”.

Si el paciente acumula cera y comienza a presentar pérdida auditiva como síntoma, este debe acudir con un profesional a una limpieza, pues el usar hisopos empuja la cera a la parte interna del oído. 


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Los remedios caseros pueden ser útiles si el problema no ha avanzado, las gotas sin receta o incluso el agua pueden ayudar para que la cera se suavice. Sin embargo, otros opciones, como el uso de velas puede provocar daños severos en el tímpano.

La “limpieza excesiva” no es adecuada, basta con mantener limpia la parte externa y si se llegan a presentar síntomas como dolor, drenaje, sangrado o pérdida de la audición, el problema debe ser atendido por un médico.

POB/FOL