José Antonio Gali Fayad ha asumido la gubernatura del Estado de Puebla este 1 de febrero, para un periodo de 22 meses.

El nuevo gobernador recibe al estado con una deuda pública que rebasa los 23 mil millones de pesos, que según la Auditoria Superior de la Federación, se arrastrará hasta el año 2040.

Bajo este escenario, Gali promete la continuidad de la transformación de Puebla a través de los programas de gobierno emprendidos por Rafael Moreno Valle Rosas.

Inició febrero y con él una nueva etapa para Puebla. Desde temprano, la zona de Angelópolis fue custodiada y resguardada por elementos de la policía estatal y municipal; el acceso a las inmediaciones del Auditorio Metropolitano, sede de la toma de protesta de Antonio Gali, se convirtieron limitadas, el tránsito comenzaba a ser insoportable.

Cerca de la Avenida Andrómeda, el terreno para la recepción de helicópteros estaba disponible. En el sitio, que anteriormente era CIMA Puebla, había una larga fila de camionetas tipo Suburban que aguardaban la llegada de gobernadores y funcionarios. Ahí también reposaban vehículos oficiales de la Fiscalía del Estado, formados sobre la calle, como a la espera para patrullar.

Cerca de las 10:30 horas, en la parte trasera del Auditorio estaba ya dispuesto para recibir a los invitados. Gali no está afiliado a algún partido político, pero es como si estuviera. El desfile de funcionarios e integrantes de la vida política del país y del estado se dieron cita esta mañana para ver el cambio de gobierno.


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La pasarelaTONY GALI4

El primero en llegar, pasada las 11 horas, fue Javier Lozano, quien estuvo a cargo de la transición de gobierno y ahora será el Jefe de la Oficina del Gobernador. El ex senador de la República brilló como anfitrión en la recepción de invitados, a quienes recibía con entusiasmo desbordado.

Con puro en la mano, Diego Fernández de Cevallos fue uno de los panistas de mayor peso que asistió a la toma; 17 gobernadores entre ellos de Querétaro, Ciudad de México, Baja California Sur, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Tlaxcala, Guerrero; así como senadores y diputados de todos los partidos desfilaron.

Blanca Alcalá, la más cercana competidora en la pasada elección, no asistió al evento. Sin embargo, “priistas locales” como su compañera en el Senado, Lucero Saldaña, José Chedraui, diputado, Enrique Doger, delegado del IMSS en Puebla e Isabel Allende, delegada de la Secretaría de Gobierno, estuvieron presentes.

“El anfitrión” llegó 30 minutos antes de que iniciara el evento. Gali, acompañado de su esposa, acaparó la atención de todos e incluso atendió a un ciudadano que llegó a decirle algo.

En el cielo no dejaron de pasar helicópteros; y en la calle, las camionetas llegaban una tras otra. En una de ellas, en la parte del copiloto, venía Rafael Moreno Valle.

El ex gobernador descendió de la unidad y rápidamente caminó hacia un pasillo detrás de la tarima con la leyenda “Puebla sigue”, saludando a unos cuantos y evadiendo a los medios de comunicación y la tradicional fotografía de desfile.

Continuidad a RMVTONY GALI5

Entre los primeros puntos del evento, se ratificó la victoria de Gali en la pasada elección del 5 de junio; los aplausos y las porras poco a poco comenzaron a llenar el Auditorio, que se acrecentaron más luego de rendir protesta.

¡Muchas gracias, me emociona que me acompañen! dijo ya como gobernador.

¡Gracias querido amigo! fueron las palabras que Gali le dedicó a Rafael Moreno Valle, ex gobernador, quien lucía un semblante relajado, sentado al final de la mesa principal.

Antonio Gali no podía comenzar de otra manera. Viene de un gobierno morenovallista y su estrategia de trabajo se centrará en dar continuidad a los programas y proyectos que se realizaron en estos últimos seis años.

Por ejemplo, habló de la tercera línea de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) que operará en el bulevar 5 de Mayo hacia la CAPU.

Además, prometió la modernización del bulevar Forjadores, habilitando carriles exclusivos para el transporte y para ciclistas.

En el discurso no se habló de la deuda por pasivos adquirida por Moreno Valle, tampoco de los pocos rendimientos en transparencia, ni de la inseguridad y pérdidas que genera el robo de combustible en el “triángulo rojo” que componen los municipios de Palmar de Bravo, Acatzingo y Quecholac.

Gali solo mencionó que será “implacable” ante la corrupción y los delincuentes “que amenacen la tranquilidad de Puebla”, y que no le temblará la mano para aplicar la ley. En cuanto a austeridad, el gobernador dijo que su sueldo y el de los funcionarios de primer nivel se reducirán 10%.

Aunque incluyó una política para erradicar la violencia en contra de las mujeres, no se habló de los feminicidios, ni de la Alerta de Género que tanto se ha pedido. Tampoco de la pobreza que acecha en varios municipios del estado, ni de la informalidad, ni de protestas sociales.

“Las necesidades de la gente tienen urgencia”, dijo. Gali ahora es gobernador y durante 22 meses deberá cumplir con las acciones de los cinco ejes que ha prometido: “igualdad de oportunidades”; “tranquilidad para tu familia”; “prosperidad y empleos”; “sustentabilidad y medio ambiente” y “buen gobierno”.

POB/LFJ