Eduardo Rivera Pérez ha debido responder tramitando un amparo contra el Congreso de Puebla por las observaciones que le hicieran a su cuenta pública la Auditoría Superior del Estado de Puebla a través de la Comisión Inspectora.
El ex presidente municipal de Puebla arguye en su defensa que es una persecución, por su participación política actual.
Fernando Manzanilla Prieto abrió la caja de Pandora al responder a la descalificación de Jesús Giles Carmona, líder del PAN poblano, cuando lo invitó a hablar sobre la operación de Rafael Moreno Valle y Eukid Castañón a favor de Enrique Peña Nieto en el 2012.
Giles Calló y Manzanilla se vio ganador en la diferencia política.
Socorro Quezada Tiempo no da paso sin que mediáticamente y en las redes sociales, sea exhibida y criticada. La ocasión más reciente fue el embrollo que provocó el alcalde de Atzitzintla al presuntamente entregar a tres ministeriales al crimen organizado para ser ejecutados. Lo que la dirigente perredista pretendía era la estricta aplicación de la ley y no exculpar a Isaías Velázquez Reyes de sus posibles responsabilidades.
José Juan Espinosa Torres ha dado lugar a que su riqueza no declarada en el 3de3 sea investigada y él exhibido, una ocasión más, como un político corrupto, tramposo, poco serio, desleal en los acuerdos que pacta. Su nombre y trayectoria están llenos de lodo y podredumbre.
El primero es panista; el segundo no tiene partido; la tercera dirige al PRD de Puebla, y; el cuarto milita en Morena.
Cada perfil es totalmente distinto; los une su gusto por la práctica política. Los cuatro se sienten políticamente mal tratados.
¿Qué los identifica?
¿Alguien lo sabe?
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