En tres años, las zonas contaminadas por el derrame de combustible, en lugares de ordeña y robo de hidrocarburos, incrementaron 13.5%.
De acuerdo con datos del Informe de Sustentabilidad 2015 de Petróleos Mexicanos (Pemex), en los primeros tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto, las áreas contaminadas pasaron de 1,023 hectáreas en 2012 a 1,162 en 2015.
Pemex asegura que este crecimiento en las zonas contaminadas se debe a la ordeña de ductos para robar hidrocarburos.
El inventario de sitios afectados se ha incrementado, principalmente, por el aumento de tomas clandestinas y su impacto negativo en el medio ambiente”, indica el informe.
Sin embargo, Pemex disminuyó la restauración de las hectáreas afectadas; mientras que en 2013, remedió 53.8 hectáreas contaminadas, en 2015 fueron 47.4, es decir, 11.7% menos.
Los daños registrados de 2012 a 2015 revirtieron la tendencia a la baja que se había tenido en el sexenio de Felipe Calderón. Por ejemplo, de 2010 a 2012, las zonas contaminadas disminuyeron 7.8% al pasar de 1,103 a 1,023 hectáreas. Sin embargo, en dicho periodo, el número de tomas clandestinas aumentó 136%, al pasar de 691 a 1635.
En febrero de 2016, una herramienta desarrollada por Gobierno Fácil, demostró que el número de tomas clandestinas para el robo de combustible en Puebla aumentaron 1838% en un período de 16 años (del 2000 al 2016).
El mayor número de tomas clandestinas están ubicadas en los municipios a la orilla de la autopista Orizaba-México como Palmar de Bravo, Acajete, Quecholac y Acatzingo.
Desde el año 2000, Pemex ha detectado en Puebla 3,218 tomas clandestinas; 47% de estas fueron reportadas en 2016.
POB/LFJ