A cien días de haber tomado las riendas del gobierno de Puebla, Antonio Gali Fayad ha tenido que rifársela y en serio. ¿Cómo apaciguar las turbias aguas, cuando el chiquero era tan grande?

La personalidad de Tony es sin duda uno de sus grandes aliados. Afable, cercano y con esas ganas natas de hacerlo todo, se vuelven un riesgo cuando no encuentra el suficiente apoyo en su equipo de trabajo.

Está de más hablar de esas “posiciones” impuestas, donde todavía hay vestigios de esas épocas recientes donde los excesos de egolatría nos han dejado un legado que hoy estamos padeciendo en Puebla.

El actual gobernador no tengo la menor duda se mueve con la intención de un buen trabajo en un periodo donde difícilmente se puede hacer lo que en un sexenio.

Hoy que se viven tiempos difíciles en Puebla y al arribo de sus primeros 100 días de gobierno, sería bueno que el actual gobernador termine por sacudirse esas sombras que se siguen moviendo al amparo de los viejos tiempos.

Lamentablemente Puebla es señalada como el epicentro de un problema que emergió y que era cuestión de meses para estallar. Tony recibió esta bomba de tiempo gestada mucho tiempo atrás y con los brazos y nexos ligados a esas épocas recientes, que desafortunadamente no sólo heredaron puestos y negocios, sino también delitos.


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Un flaco favor le hacen al gobernador Gali algunos de sus colaboradores que francamente siguen siendo el vivo ejemplo de las épocas pasadas.

Es importante que más de tres meses de esta nueva gestión gubernamental se hagan ajustes necesarios.

Es francamente un insulto que la política social del estado se encuentre en manos de un wannabe como Gerardo Islas quienes se promueve en redes sociales con una video donde no destaca en ningún momento la estrategia o plan de trabajo de su secretaría, sino más bien el lucimiento puro y meramente personal que ni el propio Gali ejerce.

Funcionarios de plástico son lo que deben ser nulificados cuando Puebla pasa por un momento de alta sensibilidad política, donde lo que se requiere es fortalecer el trabajo del ejecutivo estatal con la finalidad de afianzar los resultados.

Otra cartera que la verdad da pena ajena es la que encabeza Michel Chain Carrillo al frente de la Secretaría del Trabajo, Competitividad y Desarrollo Económico. En estos tres meses, hemos visto a otro wannabe que se la pasa en reuniones de “socialitos”, organizando cursos, ferias del empleo y digamos que ideando “actos de oropel” que están muy lejos de presentarnos una verdadera estrategia de trabajo que impulse no el trabajo temporal y mediocre, sino que atraiga inversiones REALES (no convenios, pactos de amistad con El Congo y anexas) que favorezcan la llegada de NUEVAS empresas.

Los retos para el gobernador Tony Gali se centran en los siguientes tres meses donde tendrá que dar tal vez el paso doloroso de alguna que otra ruptura, pero que sin evitarán el desgaste de su imagen, que bien o mal, hoy se mira con un estilo propio y diferente a lo que vivió Puebla en el pasado reciente.

@rubysoriano
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POB/LFJ