La presencia del Ejército en el “Triángulo Rojo” es una estrategia que busca “tapar el pozo después del niño ahogado”, dijo Alejandro Armenta, legislador federal.
Ese delito debió atenderse desde hace mucho tiempo y desde la raíz, lo único que se está haciendo es tomar una pastillita y mejoralitos, en 2015 señalé que Puebla ocupaba el octavo lugar en el robo de los hidrocarburos y en ese año hubo silencio y hoy somos número uno”.
Más allá de militarizar esa zona, el gobierno estatal debe ofrecer opciones para generar ingresos a las familias e impulsar políticas públicas que las alejen de los grupos criminales que operan, añadió.
POB/FOL