Un grupo armado que mantenía un retén en el municipio de Acapetlahuaya, Guerrero, atacó siete periodistas, despojándolos de su equipo de trabajo.
“Nos dieron que nos iban a quemar vivos”, relata Sergio Ocampo, periodista de la Agencia France Press quien junto a otros seis reporteros fueron interceptados cuando transitaban por la carretera Iguala-Altamirano, tramo que comprende la “Tierra Caliente” de Guerrero.
Los siete periodistas fueron despojados de su camioneta así como sus celulares, cámaras, computadoras y documentos personales.
Los periodistas fueron a cubrir el ingreso de las fuerzas federales al municipio de San Miguel Totolapan, donde los habitantes habían formado grupos de autodefensas para enfrentar los secuestros y extorsiones que las bandas delictivas “La Familia Michoacana” y Los Tequileros, habían perpetrado.
El domingo, la Procuraduría General del la República (PGR) informó que, a través de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), inició una carpeta de investigación por la agresión que sufrieron.
Las autoridades señalaron que el grupo delictivo de “La Familia Michoacana” es el responsable del ataque a los periodistas: Ángel Misael Galeana, de Grupo Imagen; Yahir Cabrera Torres, colaborador de la Jornada Nacional; Hans Musielik, periodista independiente de origen alemán y colaborador de ViceNews México; Jorge Alberto Martínez Dionicio, de la agencia Quadratín Guerrero; Sergio Ocampo Arista, corresponsal de la Jornada Nacional y conductor de noticias en Radio UAGro; Pablo Pérez García, periodista español del Medio Hispano Posty y César Alejandro Lorenzo Ortiz, corresponsal del portal Bajo Palabra y W Radio.
La violencia derivada del crimen organizado es el principal peligro que enfrentan los periodistas en México, de acuerdo con el último informe del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
El CPJ ha documentado más de 50 casos de homicidio o desaparición de reporteros desde 2010.
Además, un análisis de la fundación InSight Crime, indica que el Estado y el crimen organizado son los responsables de las agresiones contra los reporteros.
POB/LFJ