José Antonio González Anaya, director de Petróleos Mexicanos (Pemex) aseguró que la estrategia para detener el robo de hidrocarburos incluye la detención de personas o empresas que compren combustible robado.

Antes siempre nos concentrábamos en prevenir el robo, evitar el robo, que implica vigilancia, drones, todo el tipo de aparatos; ahora el nuevo elemento es tratar de inhibir la demanda, llegar a donde llega este combustible”, señaló.

El director de Pemex dijo que el combustible robado no se está vendiendo al menudeo, es decir en las calles, pues han identificado que grandes empresas y gasolineras formales están comprando.

Aseguró que el robo en tomas clandestinas “está decreciendo” pues el tiempo de reacción para detectar y cerrar fugas “se mejoró”.

Hemos mejorado nuestro tiempo de reacción, pensemos que Pemex tiene 40 mil kilómetros de ductos, entonces sale que tienes una fuga en algún lugar, te tardas en llegar y a veces llegas y la comunidad no te deja pasar. Estamos trabajando en controlar mejor nuestra gestión volumétrica, cuánto sale del pozo, cuánto llega a la refinería, a la terminal, a la gasolinera”, señaló.

Sin embargo, se ha documentado cómo la red de huachicoleros opera para ordeñar los ductos de Pemex en el Triángulo Rojo, que comprende los municipios de: Quecholac, Palmar de Bravo, Acatzingo, Tecamachalco y Tepeaca.

Las autoridades han dicho que se han redoblado las acciones de vigilancia con dones, aviones y el apoyo de las Fuerzas Armadas para evitar el robo. También monitorean el consumo “anormal”.

En Puebla, el número de tomas clandestinas aumentó 1838% en un periodo de 16 años.

Tepeaca es el municipio con el mayor número de tomas clandestinas en el estado desde 2014, cuando se ubicó en el lugar 17 a nivel nacional.

Desde el año 2000, Pemex ha detectado en Puebla 3,218 tomas clandestinas; 47% de estas fueron reportadas en 2016.

POB/LFJ