Los fármacos que los médicos recetan para combatir el insomnio o la ansiedad, al igual que las drogas recreativas, generan adicción y síndrome de abstinencia al dejar de consumirlas, informó Eduardo Calixto González, jefe del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.

Estos fármacos son hipnóticos y ansiolíticos, principalmente, y se recetan cuando queremos disminuir la ansiedad o cuando queremos disminuir la energía que traemos para poder dormirnos, explicó el especialista en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.

Los hipnóticos son para las personas que no pueden dormir, que ya son las dos o tres de la mañana y están luchando por dormirse o que se despiertan con cualquier estímulo externo, en ese caso se habla de insomnio y estas drogas hacen que un individuo se duerma, se relaje.

Los ansiolíticos se recetan por un médico para disminuir la ansiedad cuando es demasiada, cuando la persona incluso tiembla, se le da el medicamento y se tranquiliza. 

Ambas drogas disminuyen la actividad neuronal.

El problema de estos medicamentos no es que los pacientes los consuman, pero se debe poner especial atención en cuando lo dejarán de consumir, pues eventualmente el sistema nervioso se empieza a adaptar y va necesitando más. 

Entonces lo que hace la mayoría de los médicos es dar una pastilla y media o una pastilla y cuartito, y así se le va aumentando la dosis. Este proceso de adaptación y tolerancia se lleva prácticamente para las drogas depresoras, que serían el alcohol, las benzodiacepinas, los barbitúricos y algunas otras hormonas que se producen de manera natural en el cerebro.

Por ejemplo, en el caso de las mujeres, ellas producen una hormona llamada progesterona, misma que las hace sentir tranquilas y si está llega a faltar, la sensación se acaba.

Así es como funciona el cuerpo ante esta sustancia natural, medicamentos y drogas. Los ansiolíticos generan dependencia y tolerancia, aunque no todos de la misma manera.

POB/FOL