Investigadores de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), liderados por el doctor Jorge Fernando Toro Vázquez, desarrollaron una alternativa saludable que sustituye el uso de los ácidos grasos trans en alimentos procesados y que al mismo tiempo permite que las empresas sigan elaborando sus productos.

 

El alimento procesado se volvió un vehículo de estos ácidos grasos trans que ejercen un efecto crónico en el humano. Actualmente, la inversión que el sector salud requiere para poder restaurar la salud de las personas que empiezan a tener problemas de colesterol, de hipertensión y de diabetes tipo 2 es astronómico. Y, desafortunadamente, México, junto con Estados Unidos, es el país líder en estos padecimientos”, señaló Jorge Toro en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.

El problema es que para abandonar su uso, la industria alimentaria debe hacer una inversión tecnológica enorme a nivel mundial y solo en países más adelantados en términos de normativa como Dinamarca, Canadá y Suecia, se ha logrado establecer una reglamentación estricta para el abandono de estas grasas. En estos países no se permite la presencia de grasas trans en los alimentos.

La sustitución de todas las grasas vegetales de los alimentos no es un reto fácil, pues hay que buscar sustitutos que, además de tener las propiedades de sabor y textura de las grasas, sean una alternativa saludable. Desde hace más de 10 años, Jorge Toro aceptó este reto y gracias a ello ganó el Premio Timothy L. Mounts.

Este galardón es otorgado por la División de Aplicaciones Comestibles de Lípidos y Aceites Vegetales de la Sociedad Norteamericana de Química y Fisicoquímica de Aceites (AOCS) y nunca se había entregado a ningún grupo de investigación en México, ni en América Latina.

El especialista considera que este es un reto alcanzable gracias al trabajo de investigadores, estudiantes de posgrado, la inversión de la industria privada y los apoyos económicos del Conacyt.

POB/FOL