La infertilidad es un problema común, pues a una de cada seis parejas se les dificulta lograr un embarazo. Sin embargo, esto no siempre es cuestión de la mujer, la infertilidad masculina se presenta en 30% de estos casos, según información de American Pregnancy Association.
Aunque cada vez son más los hombres que se acercan a los especialistas, la infertilidad masculina sigue siendo un “tabú”.
Las causas de infertilidad masculina en la mayoría de los casos se relaciona con los espermatozoides, anormalidades que se presentan por distintas razones como trastorno hormonal, uso de ropa interior apretada, uso de drogas, mala dieta, estrés, entre otras.
Existen tecnologías de inseminación y reproducción artificial, pero su tasa de éxito es de menos de 30%.
En respuesta, investigadores del Instituto de Nanociencias Integrativas de Dresde (Alemania) diseñaron el primer espermatozoide robótico: Spermbot.
Este diminuto robot empuja a los espermatozoides hacia el óvulo para asegurar la fecundación.
Para lograrlo, el equipo utilizó esperma de toro y lo colocó dentro de micros-tubos que se orientan para llegar a su objetivo por medio de campos magnéticos.
Es muy previsible que el Spermbot se convierta rápidamente en el método por excelencia de inseminación artificial, una alternativa evidente a la fecundación in vitro”, dijo Oliver Schmidt, líder del proyecto.
Otro atributo del Spermbot, producto de los avances científicos en nanotecnología, es que es reciclable, pues al concluir su misión, los especialistas pueden guiarlo hasta la vagina para que salga del cuerpo.
Aunque esta es una buena noticia para la industria de la medicina, los científicos aún están realizando experimentos con esperma de otros mamíferos, para después dar el siguiente paso y experimentar en seres humanos.
Si todo sale bien, el Spermbot también podría adaptarse para atender otros problemas médicos y ser un medio para transportar fármacos a partes específicas del cuerpo.
POB/FOL