El ex-convento de Santa Mónica se convirtió en el Museo Arte Religioso desde el año de 1935, luego de la exclaustración de las religiosas Agustinas Recoletas en 1934 por las Leyes de Reforma y fue de los primeros en incorporarse al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Este museo se localiza en el centro de la ciudad de Puebla, en la 18 poniente #103. Su importancia se debe a que fue el primer museo de México dedicado a la vida religiosa femenina y el único en el Estado de Puebla donde se encuentra un acervo de Arte Sacro de los siglos XVI-XIX.

Este acervo se compone, principalmente, por cuatro colecciones de antiguos conventos femeninos de la ciudad: Santa Mónica (Agustinas Recoletas), La Soledad (Carmelitas Descalzas), Santa Catalina (Dominicas) y del Señor San Joaquín y Santa Ana (Capuchinas).

Historia del Convento

El edificio fue construido en el siglo XVII primero como orfanato y para dar refugio a las esposas de los españoles y posteriormente se convirtió en el convento de la orden de las agustinas.

Junto a este monasterio se construyó una iglesia pequeña para las mujeres solitarias que se conoce como el Templo de Santa Mónica, donde se encuentra el “Señor de las Maravillas”, del que los poblanos son muy devotos.

Luego de que se descubrió que las monjas se encontraban violando las leyes de exclaustración, les dieron 48 horas para abandonar el convento, dejando una colección de arte religioso invaluable, la cual se convirtió en patrimonio cultural de la nación y de la humanidad, de acuerdo con la declaratoria otorgada al Centro Histórico de la ciudad de Puebla por la UNESCO.

Entre 2006 y 2011, el museo tuvo una restauración para que los visitantes conocieran la forma de vida de las monjas agustinas recoletas por medio de pinturas, esculturas, libros, artículos de cerámica y objetos litúrgicos.

El inmueble

Este museo tiene dos pisos y está compuesto por 23 salas de exposición permanente, divididas por temáticas y de sitio, además cuenta con dos patios: el de Profesas y el de Novicias.

En las 13 salas que componen la planta alta es posible conocer, a través de pinturas de artistas poblanos, manuscritos y música, la vida espiritual.

Esta construcción tiene la arquitectura religiosa femenil más completa de Puebla, debido a las modificaciones que se le hicieron entre los siglos XVIII y XX.

En ella se puede observar, especialmente, el estilo barroco poblano, en las fachadas del Patio de Profesas recubiertas con azulejos de talavera y petatillo y el estilo neoclásico en la fachada principal.

Temática de las obras

Los dos temas principales que se exhiben en el museo son la vida religiosa conventual femenina y la función de las imágenes en la época virreinal. En sus salas están tanto las reglas y constituciones de las monjas como las Leyes de Reforma.

La vida cotidiana de las religiosas se muestra en las 10 salas permanentes de la planta baja, donde se encuentran: la sala introductoria, La virreinal Puebla de los Ángeles, placeres (salas de sitio), cocina y despensa. En el Refectorio se aprecia: la sala capitular, biblioteca, antecoro bajo y coro bajo.

En la planta alta se observa el antecoro alto, coro alto, el pasillo de San Agustín con pinturas al óleo que representan la vida del santo, la celda, los pasajes hagiográficos, alegorías y patrocinios, los terciopelos de Rafael Morante, la Sala Mariana, las monjas Coronada y místicas.

El Museo de Arte Sacro cuenta con un acervo único conformado por pinturas, objetos religiosos, documentos, esculturas estofadas (de vestir y de cera), textiles y bordados elaborados por las religiosas y una biblioteca conventual femenina donde se encuentran objetos litúrgicos. Además de la pinacoteca de la escuela poblana de los siglos XVII y XVIII.

En este museo hay una gran variedad de recetas de cocina como la del platillo típico de Puebla: los chiles en nogada, que se dice fue creado en el ex-convento por las monjas agustinas.

 

 


POB/LFJ