El nopal, esa planta milenaria que data de siglos atrás a la época de nuestros antepasados, utilizada en rituales, curaciones y ahora también como un generador de energía eléctrica.
El proyecto incluye un biodigestor que es capaz de transformar los residuos en energía. Este comenzó a funcionar en mayo en la zona sur de la Ciudad de México que contiene más de 12,000 hectáreas forestales, en las que 2,800 son dedicadas exclusivamente a la siembra del nopal.
Los trabajadores siembran y cosechan grandes hileras de pencas de nopal en las faldas del volcán extinto Teuhtli, produciendo alrededor de 200,000 toneladas de nopal anual en México.
Conociendo más a fondo la problemática que existe en la Ciudad de México en cuanto a contaminación y residuos, se busca aprovechar de una manera más natural lo que sobra de la producción, haciendo así más viable el uso de la energía limpia y menos dañina para la capa de ozono.
Ahora bien, la empresa sustentable Suema, comenzó a plantear la idea de transformar los residuos de una planta abundante en el país, el cual era el nopal a través de un biodigestor, con la esperanza de que así pudiese al menos disminuir un buen poco la marca que se ha dejado en el mundo.
Lo que Suema busca es que cada vez que un nopal es utilizado, existe un proceso, en el cual se despoja de su cascara más gruesa y espinosa y se tira en canastos como desecho, generando diariamente 10 toneladas.
En el biodigestor, estos residuos son triturados y mezclados para formar un “lodo” que es utilizado como mejorador de suelos y biogás.
Se espera que para noviembre el generador alcance su nivel de estabilización y procese entre 3 y 5 toneladas, generando así 170 m3 de biogás, que se volverán 175 kilowatts, suficiente para prender 9,600 focos ahorradores.
POB/GECR