Diversos colectivos ciclistas pidieron que se sancionen los excesos de velocidad en todas las calles de México, después de que el activista Eduardo Rentería fuera atropellado por una camioneta mientras se transportaba en bicicleta en Torreón, Coahuila.
Eduardo, quien permanece delicado en el hospital, es uno de los fundadores del colectivo ciclista “Ruedas del Desierto”, que tiene el objetivo de impulsar ciudades más seguras e inclusivas, por medio de la promoción del ciclismo urbano en la Comarca Lagunera.
Las calles deben ofrecer condiciones seguras a los ciudadanos. Mantener al automóvil como protagonista del diseño urbano por encima de la seguridad de las personas es un criterio criminal e insostenible, señaló Francisco Valdés Perezgasga, miembro del colectivo Ruedas del Desierto.
De acuerdo con lo establecido en el Reglamento de Tránsito de Torreón, la velocidad máxima de circulación es de 60 km/h y existe una sanción de 6 a 10 salarios mínimos si se excede este límite.
Sin embargo, el reglamento no incluye los mecanismos para la instalación de radares por la autoridad, ni las medidas para asegurar que los conductores en realidad no excedan el límite establecido.
Esta situación se replica en varios reglamentos de tránsito del país, dejando la responsabilidad de moderar la velocidad a los usuarios de la vía pública.
Según datos de la Comisión Nacional para la Prevención de Accidentes (CONAPRA 2013), al año, ocurren 26 mil casos de lesiones graves por transitar en las calles.
Además, un estudio realizado entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), muestra que generalmente entre 40% y 50%, y hasta 80% de conductores manejan por encima de los límites de velocidad establecidos. Por lo que se exige contar con diseños viales y tecnología que garanticen la seguridad de todos los usuarios, priorizando a los más vulnerables: los peatones y ciclistas.
POB/VSV