La mayoría de las ideas que se tienen en torno al sexo, el amor y la pareja se basan en estereotipos establecidos por el cine o la televisión; sin embargo, el sexo real es diferente a lo que muestran en la pornografía.
Una publicación del portal 20 Minutos, comparte el testimonio de algunas personas que resultaron “decepcionadas” al comprobar que el sexo real no es igual a lo que se ve en las películas pornográficas.
Me llevé una decepción. Me di cuenta de lo importante que son otras cosas como que él esté en forma. En los vídeos de internet todo parecía superfácil”, comenta Cristina una joven de 24 años de edad.
Por su parte, la mayoría de los especialistas coincide en que no existe una educación sexual desarrollada en la escuela.
Cada uno aprende como buenamente puede. Antes aprendías de las pelis en el videoclub. Ahora tienes internet y Google… Yo fui a un colegio del Opus Dei donde te decían que masturbarse era pecado y en casa nunca hablamos de esas cosas”, comenta Martina González, directora del Centro Con Mucho Gusto y vocal de la Sociedad Gallega de Sexología.
El porno tradicional no recrea una historia ni hay seducción, solo se basa en lo inmediato: coito, felación, masturbación rápida y orgasmo”, agrega.
Algunas estadísticas informan que las tecnologías se afianzan también en las experiencias sexuales: uno de cada tres jóvenes han utilizado apps para buscar sexo y el 38% ha mantenido cibersexo.
Google es el buscador más popular de Internet, sin embargo, los algoritmos que utiliza la compañía para informar de sus búsquedas categorizan muchos sitios web de sexo muy diferentes bajo la única categoría de ‘adultos’. Suele dar más importancia a los sitios con un tráfico alto, incluso si son poco éticos con contenido pirata. Hay visiones muy diferentes de la pornografía y el cine de adultos en la red” comenta por otro lado Jiz Lee, una estrella del porno.
POB/IIAL