El juez Brian Cogan quién se encuentra al frente del juicio contra Joaquín Guzmán Loera, determinó que el jurado deberá estar protegido por el anonimato, debido a que hay “fuertes razones” para pensar que se podrían dar represalias contra las personas que lo integren.
Los datos de identidad como son nombres, direcciones y lugares de empleo no podrán ser del conocimiento de la prensa ni de las partes del juicio.
“A pesar de que Guzmán Loera no está acusado de ningún crimen violento, las investigaciones incluyen indagaciones de asesinatos, asaltos y secuestros, donde muchas personas podrían testificar para acusarlo o apoyar a la fiscalía”.
Durante la sesiones del juicio miembros del jurado permanecerán ocultos a la vista, incluso para los miembros de la prensa, y cuando deban trasladarse serán escoltados por los elementos del cuerpo policiaco llamado Marshals.
Joaquín Guzmán es acusado de dirigir uno de los negocios ilegales internacionales más grandes del mundo, y se encuentra en una prisión de máxima seguridad en Nueva York, después de haber sido extraditado por México donde se fugó de dos prisiones.
Por más de un año ha estado confinado a un aislamiento total, esperando un juicio por 19 delitos, por los que podrían darle cadena perpetua.
El juez desestimó el argumento de la defensa que pidió no ocultar a los miembros del jurado, ya que dicha medida podría influir en su percepción acerca de la inocencia de Joaquín Guzman.
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POB/PSC