El polietileno es –químicamente– el polímero más simple y es uno de los esenciales para la fabricación de distintos productos de plástico.
Debido a su bajo precio y simplicidad para su fabricación, es uno de los más comunes para la producción de productos como bolsas, contenedores, envases, tubos y es la base para pañales desechables.
El registro del primer plástico se dio en 1860, cuando se convocó a un concurso en el que se ofrecían 10 mil dólares a quien produjera un sustituto de marfil para la elaboración de bolas de billar.
Posteriormente, en 1909, Leo Baekeland creó la baquelita, el primer plástico totalmente sintético, a partir de moléculas de fenol y formaldehído.
Lo anterior incentivó a la industria a buscar otras moléculas sencillas que pudieran enlazarse para crear polímeros.
El polietileno fue sintetizado –por primera vez– por el químico alemán Hans von Pechmann quien por accidente lo preparó mientras se calentaba en la estufa diazometano, un gas amarillo muy tóxico, que bajo ciertas condiciones puede resultar explosivo.
Cuando sus compañeros Eugen Bamberger y Friedrich Tschirner investigaron la sustancia grasosa y blanca creada, descubrieron largas cadenas compuestas por metileno y lo llamaron polimetileno.
El 27 de marzo de 1933, en Inglaterra, Reginald Gibson y Eric Fawcett, a través de una presión de aproximadamente 1400 bar y una temperatura de 170 °C en un autoclave, lograron sintetizarlo como actualmente se conoce.
El material de alta viscosidad y color blanquecino es conocido como “polietileno de baja densidad”.
¿Cuánto plástico se consume cada año?
A nivel mundial, el consumo anual de plástico es de 300 megatoneladas y el polietileno es el más común.
La producción anual de polietileno es de aproximadamente 80 millones de toneladas métricas y su uso principal es el de embalajes.
Datos de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, en México, 90 millones de botellas de plástico de refrescos y agua son lanzados a la vía pública, ríos y mares.
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POB/LFJ