Pese a que lo emplazó a que renunciara si no podía desempeñar de manera eficiente su trabajo, Martha Erika Alonso se deslindó de la salida del fiscal general Víctor Carrancá, bajo el argumento de que el nombramiento del funcionario, depende del Congreso del estado, y la ciudadanía es quien debe exigir un cambio.

Incluso, justificó que hasta el momento la propia Fiscalía ha hecho su trabajo con los pocos recursos y el personal que dispone para ello, sin dejar de considerar que se carece de Ministerios Públicos en Puebla.

Abundó que la renuncia o no de Carrancá Bourget, dependerá de un acto de la conciencia y de la moral de cada persona, y en su caso su cambio estaría en manos del Poder Legislativo.

“Yo estoy apostada por un acto de conciencia por parte del fiscal, en donde realmente quien evalúe y juzgue si las cosas suceden o no suceden sean los ciudadanos, yo no tendría facultades para quitarlo o nombrarlo, es un acto que le corresponde al Congreso del estado”.

 

POB/JMVA