OPINIÓN: Puebla y su turbulencia política

La intimidación, actos de violencia, amenazas, espionaje y ataques poco ayudan a reflejar una madurez política que urge una sociedad tan polarizada.

Alquimia de Poder

Los ciudadanos solemos tener amnesia política, somos volátiles para recordar u olvidar esas afrentas que por temporadas asumimos como grandes batallas para luego volver a dormirnos en nuestra zona de confort.

Mientras el país se encuentra envuelto en la ruta de transición, donde el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador sigue acomodando las fichas del ajedrez, en Puebla estamos en un limbo de incertidumbre frente a los inefables resultados de un proceso electoral que nos dejó un mal sabor de boca.

Muchos son los que quieren apagar el fuego de la caldera con sus misivas direccionadas a desinflar una impugnación que está más que vigente y con todos los visos de seguir un curso favorable para la realización de nuevos comicios en Puebla.

Muchos se preguntarán por qué en Puebla se está peleando con tanto garbo la celebración de nuevos comicios. La respuesta sólo la tenemos los ciudadanos que vivimos aquel 1º de julio con todas las irregularidades, violencia y evidencias que daban cuenta de una elección de Estado donde se buscaba arrebatar urnas y votos para clarificar un supuesto triunfo a favor de la esposa del ex gobernador Rafael Moreno Valle.

Hay un ambiente de turbulencia y confrontación política entre muchos actores poblanos, que poco ayudan a bajar los ánimos y de manera congruente pronunciarse por una resolución autónoma y objetiva que clarifique el desenlace post electoral en nuestra entidad.

La intimidación, actos de violencia, amenazas, espionaje y ataques poco ayudan a reflejar una madurez política que urge una sociedad tan polarizada por tantos desencuentros con el grupo ex gobernante y gobernante.

La más reciente agresión se dio hace unos días a Verónica Vélez, responsable del área de comunicación del ex candidato Miguel Barbosa.

Con señales de intimidación y en un acto de artera violación e invasión a su privacidad, ingresaron a su casa para robar sólo su computadora y un dron. Es reprobable este tipo de acciones que muestran las viejas prácticas de un poder que se sabe en riesgo.

Puebla merece tiempos donde la pluralidad política se acompañe de madurez, no de una continuidad forzada que casi siempre deriva en actos violentos y acciones de represión.

Nuestra ciudad es la cuarta más importante de todo el país; aquí siempre se había exhibido modernidad en materia de gobernanza.

Hoy los poblanos somos la señal a nivel nacional de las viejas épocas de un México que se resiste a irse.

Es tiempo de madurez política, de anular el ostracismo y las prácticas gansteriles para dar paso a la aceptación de una sociedad que quiere y demanda respeto a la voluntad de una mayoría.

Aferrarse al poder sólo exhibe las carencias políticas y deja al descubierto las debilidades propias de quienes nunca han buscado un “bien común”, sino un bienestar personal.

@rubysoriano
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