El Papa Francisco declaró que la pena de muerte nunca debe ser admitida y que la Iglesia Católica trabajara por su abolición.
Este cambio ha sido añadido al Catecismo de la Iglesia Católica, haciendo oficial la posición que el Papa había defendido desde que se volvió pontífice.
El Vaticano anunció que la iglesia ahora enseñará que “la pena de muerte es inadmisible, pues es una ataque a la dignidad inviolable de la persona”; e informó que “trabajara con determinación hacia su abolición mundial”.
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POB/JMVA