OPINIÓN: Las “benditas” redes sociales

No lo dijo Nicolás Maduro Moros en Venezuela, tampoco lo dijo Donald Trump en Estados Unidos, son palabras del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.

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“Ahora si ustedes me faltan al respeto yo puedo en un Face (Facebook) decir que me faltaron al respeto y que están mintiendo y que están actuando por consigna y no están haciendo periodismo, sino que están al servicio de grupos de intereses creados”.

 

No lo dijo Nicolás Maduro Moros en Venezuela, tampoco lo dijo Donald Trump en Estados Unidos, son palabras del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.

Pero no son sólo ocurrencias o afirmaciones que puedan tomarse a cotilleo, todo lo contrario.

Este fin de semana, el semanario Proceso publicó en su portada un encabezado que decía: “AMLO se aísla. El fantasma del fracaso”, que hace una interpretación de declaraciones que en entrevista hizo el constitucionalista y ex procurador General de la República Diego Valadés sobre el proyecto político de la cuarta transformación de México y que causó enojo entre los cercanos del presidente electo.

Ya en un video López Obrador había dicho que siempre recurrirá a su derecho de réplica cuando los medios lo critiquen, pero reiteró que sería respetuoso de la libertad de expresión y de opinión.

Pero por la tarde cambió de postura y aunque reiteró que respetará la libertad de expresión, se le salió esta frase que suena a una amenaza.

López Obrador desde el día de su triunfo electoral se ha referido a las “benditas” redes sociales, las cuales ha usado inteligentemente para posicionar sus temas y dialogar de manera directa con la sociedad.

Eso es muestra de su gran capacidad de hablarle a su gente usando las herramientas de comunicación digital, rápida y directa; incluso lo hace mejor que el propio Trump.

Por eso debe alertarnos que de manera velada Andrés Manuel diga que si alguien “le falta el respeto” le hará campaña negra en “Face”.

¿Cuál será su criterio para decir que le faltan al respeto, cuándo él se refiere a la “prensa fifí”, a la “mafia del poder”, a las “minorías rapaces”?

Y además dice: “yo puedo en un Face (Facebook) decir que me faltaron al respeto y que están mintiendo y que están actuando por consigna y no están haciendo periodismo”.

¿Cómo sabe qué es periodismo y qué no es periodismo?

Por supuesto que el derecho a la libertad de expresión no es ni puede ser una licencia ni un escudo para ofender, denostar, descalificar ni faltarle el respeto a nadie y se aplica para cualquier persona, porque el derecho a la libertad de expresión es un derecho humano, no sólo patrimonio de las y los periodistas.

Pero de eso a amenazar con utilizar las plataformas sociales de Internet para azuzar a sus huestes en contra de quienes se atrevan a criticarlo es por demasiado peligroso y más en un país donde cualquiera puede agredir a periodistas a sabiendas de que esa agresión quedará impune.

El presidente electo tiene el derecho constitucional de apelar a la réplica, pero lo mejor sería hacerlo a través de los canales legales que las propias leyes.

Dejarlo a la interpretación de quienes navegan por Internet es tan peligroso como los llamados de Donald Trump en contra de las “fake news” de los “medios mentirosos”.


POB/JCSD