Tres semanas tres; Alejandro Armenta Mier ha cumplido con un compromiso más de los que establecieron frente a Ricardo Monreal, él y Miguel Barbosa: Presentarse en un acto de campaña del candidato para que este le levantara la mano. Lo ha hecho 18 días después de aquel 22 de abril en que Ricardo Monreal “hizo gala de capacidad de negociación” y 22 días antes de la elección del 2 de junio. Tres semanas en las que intentará convencer que su candidato es Barbosa.
En atención a los códigos políticos impuestos por la 4a. T, no basta con que el candidato Barbosa le haya levantado la mano frente a un nutrido público de maestros y le haya propinado un cálido abrazo que sonriente Alejandro Armenta recibió con agrado.
Dicen los que saben, que aún falta que el Senador cobre lo que le corresponde por retirar todas las acusaciones que hizo a Yeidkol Polevnsky, a Morena y a Miguel Barbosa.
Que si no le cumplen retornará a pintar su raya y a exigir lo que le corresponde de acuerdo a lo pactado.
No puede esperarse menos de tan avezado político.
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Los debates que hasta ahora se han celebrado no han sido oficiales. Universidades y empresarios, en el ánimo de hacer política y de hacerse presentes en una coyuntura tan importante para el futuro inmediato de Puebla, intentaron juntar al mismo tiempo a los tres candidatos: Enrique Cardenas Sánchez, Alberto Jiménez Merino y Luis Miguel Barbosa Huerta.
Que los aspirantes a Gobernador se confrontaran, se diferenciaran y que dieran espectáculo.
Ellos también, universidades y empresarios, intentan jugar en la coyuntura poblana.
No lo lograron. Barbosa les dio el avión, a organizadores y candidatos.
No podía ser menos; con la ventaja de dos dígitos, dos decenas, y doblegando las predicciones y resultados de las encuestas, el candidato de Juntos haremos Historia no pondrá en riesgo su ventaja y menos aún se pondrá de pechito para que sus competidores crezcan.
En el debate organizado por el INE intentarán echarle montón el próximo 19 de mayo.
Y él, Barbosa Huerta, en el deporte de moda en la 4a. T, los volverá a batear.
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Xóchitl Gálvez hizo acto de presencia en Puebla para apoyar a Enrique Cárdenas en su periplo por el gobierno de Puebla. “No me ayudes comadre”, parecía decir con su actitud el candidato de PAN, PRD y MC, que volteaba de un lado a otro intentando entender el discurso de su apoyadora.
Reconociendo la calidad de la preparación académica del candidato, experto en economía y educación, la Gálvez pasaba de un tema a otro sin lograr un hilo conductor en su retahíla: de la Reforma Educativa a la inseguridad, de la valentía de Cárdenas a los panistas que se fueron con Barbosa, de la honestidad del su candidato a la caída del PIB poblano, del talento y los “tamaños” del ex rector a el futuro de la niñez.
Una revoltura.
Sin atar ni desatar.
En todo caso, para ir en correspondencia a con la función que como legisladora tiene y la ha significado, la nota fue “…le falten huevos” a su adversario.
Pues si, “no me ayudes comadre”.
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POB/JCSD
