En la ciudad de Puebla, los asentamientos humanos irregulares han tenido un aumento de cerca del 5%, de acuerdo con el reporte de resultados del Sistema de Indicadores de Desempeño (SINDES), de la Asociación Internacional de Administración de Ciudades y Condados (ICMA, por sus siglas en inglés).
En 2011 un 15% de estos asentamientos se encontraba en la zona urbana, durante el periodo de 2012 a 2016, el porcentaje se mantuvo en 14.6% y aumentó a 19.3% en 2017.
Los asentamientos humanos irregulares, son núcleos de población ubicados en áreas o predios fraccionados o subdivididos sin la autorización correspondiente.
El promedio histórico que se dedica al trámite de construcción para añadir una área residencial o comercia, es de mínimo 42 horas y máximo de 173 horas.
Por otra parte dicho promedio para la realización de un trámite para la licitación de un negocio, es de mínimo 14 horas y máximo de 220 horas.
El ayuntamiento de Puebla ha fallado en publicar datos en ambos rubros, ya que las casillas aparecen con las siglas “ND”, que abrevia “No Disponible”, a lo que el reporte destaca: “uno o más datos de ese indicador no pudo ser obtenido o procesado por el municipio.”
De acuerdo con los últimos datos respecto a 2017 del SINDES, del ramo 33, presupuesto de origen federal, únicamente se destina el 22% a inversión en infraestructura.
¿Y las áreas verdes?
El estándar establecido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente es de mínimo 10 metros cuadrados de área verde por persona; mientras que, para la Organización Mundial de la Salud el estándar mínimo es de 9 metros cuadrados.
Sea cual sea el límite recomendado, la capital no lo cumple, según datos del reporte del SINDES, para 2017 las áreas verdes municipales eran de 2.8m2.
Ese no es el dato más impactante, pues para 2015 estas habían disminuido a 1.9m2 después de estar oscilando entre 2.9 y 2.8 durante el periodo de 2010 a 2014
Para consultar el reporte del ICMA lo puede hacer a través de este link.
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POB/JMVA