Lydia Cacho, periodista que reveló en 2005 en el libro “Los Demonios del Edén” la red de pederastia, en la que involucraba al empresario Jean Succar Kuri, y a los ex gobernadores: Mario Marín y Miguel Ángel Yunes Linares, denunció el 21 de julio que dos sujetos desconocidos se habían metido a su casa, para robar material periodístico relacionado con ese caso y otros más.
Quienes entraron a su domicilio, desactivaron un sistema de alarma sofisticado que tenía, no se llevaron otras cosas materiales, “nada de valor”, señala; solamente lo relacionado con temas delicados que investigaba: una grabadora de audio, 3 cámaras fotográficas, varias tarjetas de memoria, una computadora portátil, y 10 discos duros con información de alto interés público relacionada con casos de pederastia, de acuerdo a lo detallado por Artículo 19.
“Se llevaron todo el material relacionado con Succar Kuri, el material relacionado con el caso de Kamel [Nacif] y el gober precioso [Mario Marín, exgobernador de Puebla], de Miguel Ángel Yunes Linares [exgobernador de Veracruz] toda la evidencia que yo resguardo en una caja especial en mi casa y cámaras fotográficas”.
Sin embargo, Cacho afirma que tiene respaldo de la información consigo misma y ha dejado copia en otro país, que no especificó, dijo en entrevista radiofónica.
También mataron a una perra que protegía la casa y otra fue envenenada. Desordenaron su recamara, destrozaron objetos, entre ellos fotografías familiares y ropa interior. “Está claro que querían dejar un mensaje de miedo”, añadió.

¿Por qué ahora?
Desde hace un año, el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, resolvió que sí existieron violaciones en su contra cuando fue detenida en 2005 en Quintana Roo y trasladada a Puebla, y en este año el primer Tribunal Unitario con residencia en Quintana Roo, liberó una orden de aprehensión contra Mario Marín Torres. A raíz de estos hechos, amenazas e intimidaciones, se han incrementado en contra de la periodista, según relata.
Evento de la responsabilidad del Estado y disculpa pública a la periodista Lydia Cacho
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POB/JCSD