La alianza Transporte Digno en Puebla y la organización Greenpeace México, pidieron al gobierno estatal aumentar la inversión para crear un transporte público eficiente, seguro y no contaminante.
A través de un documento, los activistas consideran que, la desigualdad que persiste en las alternativas de movilidad, es discriminatoria.
Señalan que, la movilidad urbana sustentable recibe solo 15.7% del presupuesto federal etiquetado; en contraste, 84.3% se usa para favorecer el uso del automóvil, algo que –aseguran– es discriminatorio.
“[Esto] ha propiciado que la movilidad urbana sea deficiente, discriminatoria, genera una mala calidad del aire y el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero, las cuales propician el calentamiento global”.
Según el Instituto de Transporte de Puebla, 82.5% de la población hace uso del servicio de transporte público y realiza sus viajes cotidianos caminando o usando bicicleta; por eso, las organizaciones insisten en que los montos de inversión deben ser equitativos.
“Esto, además, sería un acto de justicia y democracia, pues la inequidad en la inversión de los gobiernos para la movilidad es discriminatoria hacia las personas que no tienen un automóvil”.

Con estos datos, piden al gobierno de Miguel Barbosa destinar los recursos de obra pública conforme a la pirámide de movilidad y el reparto modal dando prioridad al peatón, al ciclista y al transporte público.
Lo anterior, contribuye a erradicar toda forma de discriminación y a dejar de considerar al automóvil como la única alternativa.
Transporte Digno en Puebla y Greenpeace anunciaron el inicio de una campaña por la movilidad urbana sustentable en el Estado cuya intención es hacer evidente la fuerte inequidad que existe en el acceso al espacio público en las Zonas Metropolitanas de Puebla, Tehuacán, Teziutlán y aquellos municipios encaminados a la urbanización.
Mencionaron que el modelo urbano centrado en la movilidad motorizada, ha desencadenado emisiones significativas de contaminantes a la atmósfera que deterioran la calidad del aire y que tienen efectos sobre la salud pública.
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POB/LFJ