
Hace dos años, durante la cobertura del impacto del terremoto del 19 de septiembre en la Ciudad de México, varias veces colegas me preguntaban qué traía pintado en el antebrazo.
Algo simple –les respondía– es mi tipo de sangre y un número de emergencia.
Los terremotos de 2017 nos mostraron que como periodistas aún tenemos muchos pendientes que atender en materia de capacitación y entrenamiento. No tenemos conocimiento suficiente sobre cómo debemos cubrir situaciones de emergencia en condiciones de seguridad.
No es poca cosa.
Como periodistas tenemos la responsabilidad de informar sobre lo que sucede luego del paso de un meteoro o de un sismo o cualquier fenómeno natural.
Es determinante la labor de la prensa y los medios para que la sociedad pueda actuar antes, durante y después de un fenómeno, para que las personas conozcan las acciones que realizan las autoridades para atender y mitigar el impacto de una situación de emergencia.
Pero para cumplir con esta labor es necesario sobrevivir.
Una de las grandes deficiencias en el marco jurídico vigente es que el Estado mexicano no tiene obligaciones para garantizar el ejercicio profesional del periodismo en condiciones de seguridad ni se siente obligado a darnos garantías.
Las empresas de medios en general no capacitan ni dan herramientas para realizar coberturas de riesgo y por eso, no es raro ver que colegas sufren algún accidente mientras reportean en zonas de desastre.
En 2018 la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) impartió por primera vez un diplomado de periodismo especializado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Por invitación de la coordinadora académica, María Antonieta Barragán, impartí la clase de cobertura de emergencias, junto con Álvaro Velasco, uno de los creadores de la aplicación Sky Alert.
Este año 2019 volvimos a impartir este módulo y parece ser que ha dado buenos resultados para las y los periodistas.
Apenas la semana pasada, justo el 20 de septiembre, concluyó el primer diplomado de periodismo en seguros, un ejercicio académico que inició en noviembre de 2018 y que fue posible gracias a la convocatoria de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, la organización Aulabierta y el Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo.
Me pidieron diseñar los contenidos periodísticos de este diplomado y las organizaciones convocantes se hicieron cargo de los contenidos relacionados con la industria aseguradora. En el plan periodístico me acompañaron Rogelio Hernández López, Francisco Vidal Bonifaz y Gerardo Albarrán de Alba.
El último módulo fue precisamente la cobertura de emergencias, donde nos enfocamos a hacer estudios de evaluación de riesgo para después diseñar protocolos de cobertura segura.
Fue un buen cierre de un largo diplomado que duró diez meses y en el que participaron 60 periodistas.
Aún pocos periodistas hemos aprendido a cubrir de manera diferente las emergencias. Faltan cientos, pero sobre todo falta que autoridades, medios y universidades se involucren en este tipo de entrenamiento.
Pueden contactarme en Twitter, a través de:
Andrés Solís A. es periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de Buenas Prácticas para la Cobertura Informativa sobre Violencia”.
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POB/LFJ