Internet surgió y ha crecido en comunidad. En la capa de infraestructura, los proyectos de redes comunitarias son ejemplos concretos del poder de la colaboración. Son redes construidas por las personas para habilitar su propia conexión a Internet. Aunque no se trata de los únicos proyectos en los que es posible apreciar a la comunidad de Internet en acción.
De manera regular, el registro regional de Internet (LACNIC) lleva a cabo reuniones que convocan a la comunidad técnica de América Latina y el Caribe. La más reciente fue la número 32 y ocurrió en la Ciudad de Panamá del 7 al 11 de octubre, en conjunto con la reunión anual del grupo de operadores de redes de la región (LACNOG).
Si bien se trata de siglas y nombres que no suelen aparecer continuamente en las noticias o en las conversaciones cotidianas, la labor de estas organizaciones es clave para que Internet funcione como la conocemos. Se trata de organizaciones y personas que trabajan “a lo Internet”, colaborando entre sí, intercambiando ideas, aprendiendo de los demás y compartiendo conocimientos.
En particular, durante LACNIC 32 / LACNOG 2019 hubo sesiones para todos los gustos. Por ejemplo, el día previo al inicio formal de la reunión fue organizado un hackathon. También, varias personas expertas de la comunidad impartieron tutoriales sobre temas específicos, con el fin de ayudar a crear capacidades técnicas entre quienes estuvieran interesados.
Destacando el papel de la comunidad, no podía faltar el Foro de Políticas, que en términos prácticos es el intercambio en vivo de las opiniones que suelen ser compartidas en listas de correo electrónico abiertas a la participación de todas las personas. La reunión también contó con un espacio exclusivo para autoridades de agencias de procuración de justicia.
En cuanto al grupo de operadores de red de la región (LACNOG), las actividades incluyeron diversas presentaciones de proyectos desarrollados e implementados por expertos de varios países. Los temas fueron tan amplios que abarcaron desde seguridad del enrutamiento hasta perspectivas para el desarrollo de tecnologías móviles de quinta generación (5G), dejando siempre espacio para nuevos desarrollos e ideas entre la comunidad.
Como lo mencioné al inicio de este artículo, este espíritu de colaboración, es el mismo que aparece en las redes comunitarias. Pero también es el que vemos en las Redes Nacionales de Investigación y Educación (RNIE) y en muchos otros espacios que construyen a Internet de manera cotidiana. Si algo hemos aprendido desde que Internet surgió es que no podemos construirla a solas, sino en equipo.
Pueden contactarme en: [email protected] y en Twitter, a través de:
Israel Rosas es analista de políticas de Internet que se desempeña en la intersección entre tecnología y comunicación, con experiencia en procesos regionales y globales. Es egresado de Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica por el Instituto Politécnico Nacional.
—
POB/JMVA