
Para que un tema comience a perder su estigma este debe de entrar a las pláticas del día a día por más difícil que sea o por más resistencia que se ponga. Ahora, esto no significa imponer dichos temas, uno tiene que saber siempre cómo abordarlos y con quién.
Mucha gente se sorprende cuando les comento que, mi familia sabe que consumo marihuana. Entre las respuestas que obtengo destacan: “¿No mames cómo les dijiste; y no te dicen nada; a mí mis papás me anexarían, y no sabría cómo abordarlo”.
Realmente no les dije, creo que solo a una tía; mi mamá se enteró por el olor, mi papá seguramente también, mi abuela se enteró por mi mamá y un tío. Después saberlo mi abuela, le pedía permiso, de vez en cuando y cuando ella fuma su tabaco, de yo echarme un toque (digo uno, porque casi siempre, en lugares ajenos a mi cuarto, fumo en vaporizador por respeto) en su casa.
Después enterarse mi mamá, la cosa se puso un poco tensa, empezando a caer en actitudes pasivo-agresivas. Seamos honestos estas no sirven de nada, incluso me llegó a esconder una onza (28 gramos) recién comprada, acto que hasta casi un año y medio después me confesó y por el cual yo culpé a mi papá ¿ven cómo no funcionan?.
Fue hasta que tomé la iniciativa de sentarme con ella y platicar que las cosas se comenzaron a alivianar, le planteé tres puntos bajo los cuales yo rijo mi consumo:
- Demostrar que el estereotipo del consumidor de marihuana, tirado a la mierda, es solo propaganda negativa y que al contrario, el fumar marihuana no evita que seas una persona exitosa.
- Mientras cumplas (en la escuela, en el trabajo, con tu familia, etc.) a la gente no le debería importar si consumes marihuana.
- Demostrar que por mucho, la marihuana es una (si no es que la) droga menos dañina que todas las demás drogas. Las cuales, de acuerdo con el portal DrugBank, actualmente existen 3.465 entradas de drogas y más de 6.349 drogas experimentales (fase de descubrimiento). Además de que a diferencia de muchas otras drogas tiene usos MUY variados.
Con esos puntos se podría decir que me ahorré lo del anexo, aunque tiempo después tuve un problema por el cual, tal vez, pudieron considerarlo si hubiera sucedido de otra forma.
Este fue que me corrieron de una universidad privada. No por fumar, no por tener, no por plantar; sino por dejar dos artículos (una pipa de vidrio y, para los que saben, un glassjoint, para los que no, otra pipa de vidrio) debajo de la cama del lugar, que dicha universidad te vendía como: “un pequeño departamento… que te hará sentir como en casa y en familia”.
No pude defender mi caso, ni siquiera me dejaron presentarlo, pedí se revisará mi promedio (si no mal recuerdo llevaba 9.3) y mis actividades como estudiante (participaba en actividades deportivas, recreativas y en el periódico estudiantil como fotógrafo), pero no lo logré.
El olvido fue mío, el incidente pasó y tuve que buscar otra universidad. Pero, viéndolo en retrospectiva, ese incidente ayudó a que mis papás se dieran cuenta de la “caza de brujas” que, desde hace casi un siglo, comenzó contra los pachecos, además de que realmente la marihuana no afectaba mi desempeño.
Después de ese caso, asumí mi posición con un pacheco hecho y derecho y mi “lucha” por des-estigmatizar el uso (sea el que sea) de la marihuana se volvió más dedicada, por ello comencé a escribir estas columnas.
Admito que mi primer aborde al tema no fue el mejor, simplemente empezar a quemar en casa de mis papás fue algo invasivo, por ello decidí cambiar mi estrategia y poner en práctica mi futura carrera como comunicólogo y comenzar a hablar del tema con mis familiares, amigos y gente cercana. La clave es dialogar, no discutir, escuchar atento a los argumentos del otro, porque casi siempre llevan estigmas y tratar de desmentirlos.
Y esto no solamente aplica al tema de la marihuana. Este año, como pudimos darnos cuenta, surgieron o agarraron fuerza una serie de luchas en pro de derechos humanos básicos, el derecho al aborto libre y seguro, el feminismo, el movimiento LGBTTTIQA y el movimiento Friday’s for the Future.
P.D.¡Feliz Año Nuevo! Recuerda que el hecho de que un tema no te afecte pero a alguien más sí, no lo minimiza, al contrario demuestra el privilegio bajo el que vives.
Pueden contactarme en: juanmanuel@poblanerias y en Twitter, a través de:
Juan Manuel Vargas Alvarez es un periodista en proceso de formación. Estudia la licenciatura en comunicación y ha cubierto elecciones en los tres niveles, justas deportivas, tomas de posesión, manifestaciones, desalojos y varios eventos de manera multimedia.
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POB/AAG