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Este es tu escritorio: silla, monitor, teclado, mouse, teléfono, tal vez una planta o algún adorno.

El problema es que está hecho para cualquier persona, no está ajustado para cada quien. Y si estás en él, al menos ocho horas al día: estirándote, encorvándote, desparramándote, agachándote; el cuerpo puede estar doliéndote a cada rato y producir lesiones por la mala postura

El periódico estadounidense, The Wall Street Journal, se dio a la tarea de entrevistar a una persona especializada en postura y ergonomía para el cuerpo mientras trabajas.

Jon Cinkay, coordinador de mecánica corporal del Hospital for Special Surgery, en Estados Unidos, explica en el siguiente video cómo poder ordenar o configurar el escritorio para poder tener una posición más cómoda y libre de dolores.

Puedes revisar el video en inglés o revisar los puntos a continuación, redactados en español.


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1. Ajustar silla

Los escritorios suelen tener entre 75 y 77 centímetros de altura, en promedio. Dependiendo de las personas, esto puede ser muy alto o muy bajo. Por eso se tienen que hacer ajustes a la altura de la silla.

– Para saber que está a la altura adecuada, tus codos tienen que doblarse 90 grados. Sí, pegados al cuerpo.

– Si así tus pies no tocan el piso, puedes ayudarte con un banquillo. Pero si no tienes uno, puedes ayudarte con paquetes de hojas (completos).

2. Ajustar monitor

– Lo primero es tener el monitor a no menos de la distancia de tus brazos extendidos al frente.

– Después, la altura. Alza el monitor hasta que la parte de arriba esté a la altura de tus ojos. Si al monitor no se le puede ajustar la altura, puedes también usar un par de paquetes de hojas. A veces los libros pueden funcionar.

– Para quienes trabajan con dos monitores y uno de estos lo usa como principal, asegúrate que esté perfectamente alineado, paralelo a tu vista. Si usas dos monitores, debes asegurarte de estar en medio de ambos.

– Para quienes usan laptop, lo mejor es tener un pedestal especial para esta y un teclado y mouse por separado.

3. Cuida el teclado y mouse

– Donde terminan tus manos es donde debería estar tu teclado. No más extendido, porque ya no tendrías los codos a 90 grados, como decía el paso anterior.

– El mouse debe estar justo al lado del teclado, porque debes solo moverlo solo a partir de tu codo y no del hombro, para evitar fatiga usándolo de más y causar dolor.

– La clave es no estirarte por tus herramientas.

4. Posición del teléfono

– Debes poner el teléfono del lado contrario al que escribes y tienes el mouse. Si tu mano es la derecha, ponlo del lado izquierdo. Si tu mano es la izquierda, ponlo del lado derecho. Sobre todo si sueles encogerte para detener el teléfono entre tu cara y el hombro. Esto evita el “sobre uso” de ese lado de tu cuerpo.

– Sin embargo, si usas el teléfono una gran parte del día, lo mejor es tener auriculares externos: audífonos con diadema, por ejemplo; así tus manos estarán libres para escribir.

5. Moverse y estirarse

Después de 15 minutos, todos tendemos a encorvarnos estando en la silla, por eso es importante hacer ejercicios.

– Barbilla: mover hacia adelante y hacia atrás. Este movimiento NO es arriba y abajo.

– Flexiones del cuello: encoger ligeramente los hombros, inclinar la cabeza hacia un lado y suavemente con la mano empujar un poco más.

– Retracción escapular: Apretar los hombros hacia atrás.

– Espalda baja: es una inclinación pélvica.

– Lo mejor es levantarse de la silla cada hora y caminar. Comer o beber algo. Sirve para despejarse y como breve descanso.

 

 


POB/JCSD

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