La escasez de cerveza podría llegar a su fin muy pronto, por lo menos en la Zona Metropolitana del Valle de México.
El miércoles fue anunciado el plan gradual hacia la nueva normalidad, por el Gobierno de la Ciudad de México, y en él se incluyó a la producción de cerveza en la lista de actividades esenciales.
Esto podría dar pie a que plantas cerveceras, industriales y artesanales por igual, establecidas en alguno de los 59 municipios que conforman esta Zona Metropolitana, regresen a las actividades de producción y distribución tan pronto como el primero de junio.
Cuando apenas en México se daban los primeros casos de contagios de Coronavirus, algunos productos empezaron a escasear. Primero, sin mucha lógica tras ello, fue el papel higiénico el que voló de los anaqueles en las tiendas de autoservicio, luego ya con mayor sentido fueron los productos para desinfectar superficies y algunos que integran la canasta básica como el huevo, la pasta y el atún enlatado.
El último artículo que se ha unido a esta lista de productos que escasean es la cerveza.

Con el decreto de fase 3 de la pandemia por el coronavirus, las autoridades de salud pública de nuestro país fijaron lineamientos sobre cuáles actividades productivas estaban obligadas a cesar labores momentáneamente, por no considerarse esenciales para la sociedad mexicana. Desafortunadamente para los amantes de la cerveza, la producción de esta bebida no fue determinada como esencial.
Los efectos de esta medida inmediatamente se hicieron notar. Las compras de pánico se suscitaron por doquier, largas filas de consumidores de cerveza se observaron por igual en supermercados y establecimientos mayoristas como en tiendas de autoservicio y miscelaneas alrededor del país.
No faltaron los oportunistas y acaparadores, quienes aprovecharon las circunstancias para sacar beneficios en la clandestinidad. La demanda alta y la oferta muy baja causó que el precio de una cerveza nacional incrementara en estos círculos hasta en un 300%.
Lo cierto es que la necesidad de consumir cerveza es alta para un sector de la población, por lo que a muchos no les importó desembolsar hasta 800 pesos por 24 cervezas de producción industrial.
En algunas entidades de la República Mexicana como Sinaloa y Nayarit, y en diversos municipios como Xalapa, Veracruz; Nezahualcóyotl, Estado de México o Jerez, Zacatecas, las autoridades decretaron Ley Seca, medida que podría argumentarse provocó más problemas que soluciones.
Quien tiene la necesidad de consumir alcohol va a encontrar la manera de hacerlo, con ley seca vigente o sin ella, muchas veces poniendo en riesgo su salud al consumir bebidas adulteradas o en exceso.

Muchos otros, ante la imposibilidad de encontrar sus pilsner de siempre (Tecate, Corona, XX Lager), le dieron la oportunidad a marcas artesanales, lo que ha ayudado en parte a que esos emprendedores locales subsistan a pesar de las adversidades que la pandemia ha traído consigo.
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Una parte de estos cerveceros independientes se han mantenido en operaciones escudados en su giro restaurantero, pues ofrecen alimentos preparados para llevar a la par de sus bebidas artesanales.
Ahora, con la actualización de las actividades esenciales, al menos una de las dos corporaciones cerveceras que dominan el mercado nacional, estarían retomando actividades en su planta de la Ciudad de México, la cual tiene una capacidad de producción anual de 11.1 millones de hectolitros, y que en un inicio ayudará a calmar la sed de chela que millones de habitantes de estas entidades tienen acumulada desde inicios del mes pasado.
El hecho de que el Gobierno de la CDMX haya incluido a la producción de cerveza como actividad esencial puede explicarse por diversas razones: históricamente la cerveza es considerada un alimento nutritivo; siempre y cuando sea consumido con moderación, además es una bebida que ha acompañado a los mexicanos en su vida social y su popularidad entre la población ha contribuido al desarrollo de la economía nacional.
El sustento que provee ya era necesario en tiempos normales. Ahora en tiempos de crisis sanitaria, contar con esta industria es vital para el regreso a una normalidad, por muy renovada y distinta que pueda llegar a ser.
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POB/JCSD