Todos los seres humanos tenemos necesidades de sueño diferentes, que varían a lo largo de nuestra vida, es fundamental comprender esto para poder tener un descanso correcto y cuidar nuestra salud.
De acuerdo a la Sociedad Española de Sueño, en la edición “Sueño saludable: evidencias y guías de actuación” de la Revista de Neurología, se recomiendan diferentes intervalos de sueño según las diferentes edades, que quedarían de la siguiente forma:
- Recién Nacidos (Semana 1): Más de 18 horas.
- Recién Nacidos (0-3 meses): 14 a 17 horas.
- Lactantes (4-11 meses): 12-15 horas.
- Niños pequeños (1-2 años): 11-14 horas.
- Preescolares (3-5 años): 10-13 horas.
- Escolares (6-13 años): 9-11 horas.
- Adolescentes: (14-17 años): 8-10 horas.
- Adultos jóvenes y de mediana edad (18-64 años): 7-9 horas.
- Adultos mayores (+65 años): 7-8 horas.
Es muy común que los anteriores horarios no se sigan habitualmente durante la semana laboral o escolar, lo que provoca a que las horas de sueño se alarguen durante el fin de semana, pero esto puede causar cambios metabólicos, endocrinos e inmunológicos en nuestro sistema, a largo plazo.
Además, el sueño en cierta parte está ligado al envejecimiento, ya que conlleva variaciones en su macro y microestructura, por lo que es importante tratar de seguir los horarios recomendados, en manera de lo posible.
En la actualidad, nos encontramos en continua exposición a campos electromagnéticos, por la forma en la que avanzó la tecnología. Algunos de los efectos de trastornos de sueño más comunes se deben a aparatos como microondas, celulares, televisores, módems de internet, entre otros.
Por ello, para descansar de manera correcta, puedes seguir las siguientes recomendaciones:
- Evitar el uso de dispositivos electrónicos con emisión de luz al menos dos horas antes del horario de sueño habitual.
- Dormir en oscuridad, no dejando la luz o la televisión encendidos. Utilizar un antifaz en el caso de que no pueda evitarse la contaminación lumínica procedente de la calle.
- Dormir las horas necesarias recomendadas para cada etapa vital y mantenerse dentro de los límites recomendados.
- Acostarse dos horas después de cenar.
- Evitar el consumo de sustancias estimulantes, alcohol y tabaco las horas previas al sueño.
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POB/KPMG